Por Antonio Sardá y Luis Piernavieja
{mosimage}{mosimage}El pasado lunes, 16 de noviembre, Podemos presentó formalmente en Gran Canaria sus candidatos y candidatas por la provincia de Las Palmas en el Parque Doramas. Es de destacar que la candidatura al Congreso de los Diputados está encabezada por la excedente Magistrada Victoria Rosell.
De esta manera se confirma lo contenido en la “crónica de una candidata anunciada” desde hace ya algún tiempo por Pablo Iglesias, dueño y señor de Podemos, quien definió de forma totalmente colonial desde la metrópolis lo que ahora se confirma: Victoria Rosell cabeza de lista al Congreso de los Diputados por la provincia de Las Palmas.
Con esta actuación colonial, por parte del líder de Podemos, se contradice en profundidad elementos que, en Podemos y desde su nacimiento, fueron considerados fundamentales: democracia participativa, decisiones adoptadas en asamblea, primarias para la designación de las candidaturas, procesos abiertos y absolutamente transparentes, etc.
Todos esos principios de participación directa y asamblearia están muy bien, pensará el liderazgo de dicha organización, pero en Canarias, a casi 2.000 kilómetros de distancia, allá en ultramar, que se enteren clarito quien es el que manda y dirige de verdad el proceso.
Y, desafortunadamente, ese progresismo de diseño que representa Podemos en Canarias, traga la imposición de la cúpula y obedece, asumiendo esa profunda humillación que le desnaturaliza como una formación política Canaria y al servicio de la mayoría social de nuestro pueblo.
Se oyeron tímidas voces que protestaron. Voces como la del Consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito, quien literalmente afirmó: “Victoria Rosell es una excelente candidata al Congreso por la Provincia de Las Palmas. Lo que sí creo es que la candidata al Congreso por Las Palmas debería ser elegida en un proceso de consultas o de primarias por parte de los votantes de la circunscripción como mínimo de la provincia de Las Palmas o de Canarias”. Melifluas voces que al finar entonaron el trágico grito de: ¡Señor, sí señor! y como pretendida progresía de una colonia obedecieron la orden del líder carismático de la metrópolis.
Por otra parte, la dedocracia centralista de Pablo Iglesias tal vez ignore –o posiblemente no- que la Magistrada en excedencia Dª Victoria Rosell es una afamada represora sindical, pues fue ella y no otra quien imputó a cinco sindicalistas de Intersindical Canaria al considerar como un delito de extrema gravedad el hecho de que estas compañeras, haciendo uso del más elemental derecho a la libertad de expresión, exhibieran una pancarta en una ventana de la Asociación de Empresarios de la capital grancanaria que rezaba “mujeres canarias contra la reforma laboral”, en el marco de una acción pacífica encuadrada en el Día de la Mujer del año 2012.
Por otra parte, la dedocracia centralista de Pablo Iglesias tal vez ignore –o posiblemente no- que la Magistrada en excedencia Dª Victoria Rosell es una afamada represora sindical, pues fue ella y no otra quien imputó a cinco sindicalistas de Intersindical Canaria al considerar como un delito de extrema gravedad el hecho de que estas compañeras, haciendo uso del más elemental derecho a la libertad de expresión, exhibieran una pancarta en una ventana de la Asociación de Empresarios de la capital grancanaria que rezaba “mujeres canarias contra la reforma laboral”, en el marco de una acción pacífica encuadrada en el Día de la Mujer del año 2012.
Y quizás también desconozca –o posiblemente no- el Líder Supremo de Podemos que esa candidata de su sagrada elección no tuvo remilgos para erigirse en adalid de la libertad dictando conferencias en La Laguna y en Las Palmas de Gran Canaria sobre la Ley mordaza, cuando fue precisamente ella quien se adelantó a su siniestra aplicación fáctica con más prisas que el propio PP (¡Lo que hay que ver y oír!).
Y por si tampoco lo sabe –o tal vez sí- debe saber Pablo Iglesias que el Juzgado de Instrucción nº 8 de Las Palmas de Gran Canaria, del que fue Magistrada titular durante muchos años la ínclita Sra. Rosell, ha experimentado uno de los movimientos de plantilla de trabajadores/as más altos del archipiélago, pese a ser uno de los órganos judiciales de toda Canarias donde mayores retribuciones se perciben por su desempeño de guardias de 24 horas. Puede afirmarse con suficientes avales objetivos, que en ese Juzgado se han producido periodos punta caracterizados por una auténtica diáspora de trabajadores/as de reconocida competencia profesional, que huían de allí incapaces de soportar las presiones autoritarias y displicentes ejercidas con regularidad por Victoria Rosell.
A Podemos le gusta el estrellato para conformar sus candidaturas. Personas “de relevancia social”, le llaman ellos. Y esa es la forma más rancia de hacer política. El caso de la Magistrada en excedencia Victoria Rosell encaja perfectamente en el paradigma del lobo con piel de cordero.
En el colmo de los colmos, Pablo Iglesias ha manifestado que quiere ver a la Sra. Rosell como Ministra de Justicia: el mundo al revés o asuntos de la repudiable transversalidad de Podemos.
Fdo.- ANTONIO SARDÁ ARTILES Y LUIS PIERNAVIEJA GRAU-BASSAS (MILITANTES DE INTERSINDICAL CANARIA).