Los ataques han sido perpetrados por comandos terroristas claramente organizados, que armados con rifles de asalto kalashnikov, han abierto fuego en diferentes puntos de la capital francesa, todos locales de ocio. Siete de los ocho terroristas abatidos tras los atentados, fallecieron al hacer explotar sus cinturones explosivos.
El Estadio de Francia también ha sido uno de los objetivos. Allí se jugaba el partido de fútbol entre la selección gala y Alemania. Dentro del campo se pudieron escuchar las explosiones, al menos tres. Dos corresponden a suicidas que hicieron estallar sus cinturones explosivos en los alrededores del estadio y otra, a una bomba colocada cerca, según fuentes policiales.
Las cifras provisionales hablan de 127 muertos y más de 200 heridos, decenas de ellos graves. Se teme que la cifra de muertos aumente a lo largo del día.