Considera que las CUP no van a permitir investir a Mas como Presidente y que la estrategia de los independentistas catalanes consistirá en agotar el plazo de dos meses para proponer a un Presidente, fecha en la que posiblemente ya haya un nuevo gobierno español, más proclive al diálogo y la consulta
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Añade que además se trata de un proceso pacifico, donde no se descarta la negociación tal como se hizo con Escocia, donde si se llevó a cabo un Referendum, “que sin embargo en España ha sido negado por la derecha en el poder y sus leyes fascistas, en particular la ley que ha permitido darle al Tribunal Constitucional competencias como si fuera un órgano judicial penal con medidas represivas. Esa modificación supone otorgarle competencias para desnaturalizarlo y retrotraernos al franquismo con su Tribunal de orden público”.
A partir de esta fecha habrá un plazo de dos meses que -entiende Rivero- la Presidenta del Parlament Carmen Forcadell agotará (vence el 10 de enero de 2016) para proponer al Parlament de nuevo a Artur Mas u otro\otra como canditato/a President de la Generalitat.
“Todo estará -añade- en función, si es que se celebran, del resultado de las elecciones generales del 20 de Diciembre de 2015, pues, si sale un gobierno central proclive a dialogar y negociar (como en Escocia y el Reino Unido), se podría llevar a cabo un referéndum en Catalunya convocado por el Gobierno español”.
Concluye que por tanto no habría consecuencias antes del 10 de enero de 2016, si Forcadell agota el plazo, porque mientras haya un "Gobierno en funciones" en Catalunya, el Parlament solo podrá tratar asuntos de trámite, y por mucha “parafernalia electoralera” que surja y aunque el Tribunal Constitucional suspenda la resolución que este 9 de noviembre de 2015 ha aprobado el Parlamento: basta dejar llegar con un "gobierno de la Generalitat en funciones" hasta el 10 de enero de 2016 por Forcadell y ver lo que pasa el 20 D (elecciones generales).
“Por todo ello, hasta esa fecha (10 de enero 2016), al no haber 'desobediencia', ni el Tribunal Constitucional, ni los órganos judiciales, podrán hacer nada, por muchos requerimientos, querelllas y recursos electoralistas que impongan”.
Si surge un nuevo gobierno del 20 D y pacta un referéndum catalán, el problema podría resolverse, a no ser -matiza- que la presión militar sea tan fuerte, que Rajoy declare el "estado de sitio" y posponga o aplace las elecciones generales, o que todo esto se haya pactado utilizando a la CUP hasta último momento para que no invista a Más.