La intervención de Mas ha dado el pistoletazo de salida al debate de investidura, que continuará este martes con los discursos de los presidentes del resto de grupos parlamentarios y con una primera votación que visualizará la negativa de la Cámara a que siga al frente de la Generalitat. La segunda oportunidad llegará el jueves, con una segunda votación en la que sólo hará falta la obtención de la mayoría simple ─es decir, más votos a favor que en contra─ para sellar la elección.
Salvo cambio monumental, el jueves Catalunya tampoco contará con presidente. La razón es que la CUP ha reiterado por activa y por pasiva que no piensa facilitar en ningún caso la reelección de Mas, de manera que la única opción sería que Junts pel Sí planteara un candidato alternativo. En este sentido, los nombres que han sonado son los de la vicepresidenta del gobierno en funciones y dirigente de CDC, Neus Munté, y el del cabeza de lista de JxSí en las elecciones del 27-S, Raül Romeva. Pero a tenor del discurso de este lunes de Mas, tampoco parece una vía de solución probable a corto plazo.
A diferencia de los debates de investidura de 2010 y 2012, Mas ha afrontado el primer discurso de la sesión sin tener ni mucho menos clara su elección y ha optado por empezar su intervención defendiendo la legitimidad del proceso independentista, para desgranar en la segunda parte las medidas que pondría en marcha el ejecutivo que aspira a presidir. “Después del 27-S ya nadie puede hablar de una mayoría silenciosa”, ha dicho el líder de CDC, quien ha defendido que en las “democracias de alta calidad” se han pactado referéndums para dar salida a situaciones similares, como en el caso del Reino Unido con Escocia.
En cambio, para Mas el Estado español es una “democracia de baja calidad”, en la que “se persigue criminalmente a aquellos que ponen las urnas”, en referencia a su imputación por la consulta independentista del 9 de noviembre del año pasado. "¿Quién puede sentirse protegido por un Estado que trata a los demócratas como si fueran delincuentes?”, se ha preguntado. Asimismo, ha denunciado que la "pseudodemocracia" española menosprecia los resultados de las elecciones catalanas, que han dado "por primera vez en la historia una mayoría netamente independentista".
“Podría haber sido distinto”
Para el presidente catalán en funciones, el Estado español “da la espalda al debate y a la negociación”, y ha considerado “sintomático” que Mariano Rajoy se haya reunido con distintos líderes políticos para tratar la cuestión, pero no haya convocado a los representantes de Catalunya. Hacia al final de su discurso también ha añadido que el Estado español “está incapacitado para afrontar un reto como el que le plantea una parte significativa de la sociedad catalana”. "En las democracias de calidad se adecúan los marcos legales para dar salida a los mandatos democráticos. En las democracias de baja calidad o las pseudodemocracias se utilizan la fiscalía, la policía y los tribunales para frenar o abortar la voluntad popular", ha señalado.
Con todo, Mas no ha cerrado la puerta a hablar y ha manifestado que la resolución aprobada esta mañana no es una declaración unilateral de independencia (DUI), porque los independentistas no obtuvieron más del 50% de los votos el 27-S, para añadir que si el Estado “leyera correctamente la declaración y los resultados electorales entendería que hay margen para el diálogo y la negociación”. También ha querido resaltar la evolución que ha hecho la sociedad catalana en los últimos años y ha manifestado que todo “habría podido ser distinto” y no se habría llegado hasta aquí si se hubiera respetado el Estatut aprobado por el Parlament en 2005. “El problema de fondo no es la falta de voluntad de Catalunya de encajar. El problema es la intolerancia de las élites administrativas, políticas, intelectuales, periodísticas y religiosas de aceptarse como son, un Estado plurinacional”.
Los comicios del 27-S "han sido un punto de inflexión, las cosas han cambiado y mucho, Catalunya es un país en movimiento", ha defendido Mas. "Hay un movimiento dinámico y transversal, que desea la libertad por encima de las ideologías y de las siglas de partidos", ha enfatizado antes de destacar que en este proceso "no sobra nadie, lo repito, no sobra nadie" en un mensaje implícito a la CUP. Del mismo modo, Mas ha insistido en que para culminar el "gigantesco" reto de la independencia se necesita "a todo el mundo que crea" en el proyecto, que, ha defendido no es "contra España" sino a favor de "soluciones beneficiosas" para todas las partes.
"Sin recortes en ningún ámbito"
Durante otro momento de su discurso, en el que ha intercalado el castellano y el catalán, Mas ha asegurado que una Catalunya independiente habría afrontado la crisis económica "sin recortes en ningún ámbito y manteniendo el sueldo de los empleados públicos". De ese modo, ha achacado a "los impagos e incumplimientos" del Estado español las políticas de austeridad del Govern en los últimos años, y ha destacado que un Estado catalán tendría uno de los mejores estados del bienestar de Europa.
Mas achaca a "los impagos e incumplimientos" del Estado español las políticas de austeridad del Govern en los últimos años
En esa misma línea, ha defendido que el Ejecutivo catalán ha intentado impulsar multitud de iniciativas para paliar la crisis social y proteger a los más vulnerables, pero el Estado español "ha impuesto unos límites de déficit injustos e insolidarios", ha recurrido ante el Tribunal Constitucional leyes sociales como la de pobreza energética y no ha asumido sus compromisos en los pagos de la ley de la dependencia, entre otros incumplimientos que Artur Mas ha enumerado.
El aspirante a la reelección se ha comprometido a desarrollar un "plan de emergencia social" basado en diez ejes, entre los que destaca la creación de una Agencia Catalana de Seguridad Social, ya recogida en la resolución independentista de JxSí y la CUP. Según ha destacado Mas, la seguridad social catalana asumirá con creces todas las prestaciones que ahora cubre el Estado español, como las pensiones y el paro: "Catalunya no sólo tiene capacidad para garantizar el pago de las ayudas actuales, sino que incluso puede mejorarlas".