Un padre "coraje" que hace una dura crítica a la indecencia del ministro Morenés y de la cúpula militar española. La entrevista revela un hecho hasta ahora inédito y lo hace en la introducción, un hecho gravísimo que de confirmarse quizás haga que deba llamarse lo ocurrido en 2014 como homicidio de cuatro militares españoles por "fuego amigo".
¿Cómo ha vivido esta nueva tragedia del SAR, Sebastián?
Esto es volver a revivirlo todo. Uno lo tiene presente las 24 horas del día, pero con esto es mucho más cruel, porque de nuevo se hace uno muchas preguntas. Cómo es que no han hecho ningún caso a todos los consejos, a todas la peticiones… Los generales, empezando por el Jefe del Estado Mayor del Aire y el ministro y demás, siguen a lo suyo. Como no son ellos los que se la juegan, pues da lo mismo.
Usted decía el viernes que los militares del SAR no pueden seguir volando en cafeteras…
Voy a jugar a adivino. Le voy a adelantar que cuando la CITAAM (Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares) haga su informe, dirá que son factores humanos. Ya lo tienen previsto, la CITAAM está para eso, no para descubrir lo que de verdad ocurrió.
¿Pero entonces, cuántos helicópteros más se tienen que caer…?
El 802 escuadrón del SAR con base en Gran Canaria se está quedando sin pilotos y sin mecánicos… ¿A qué esperan? ¿Tanto cuesta ser humildes? No están los aparatos para pedirles determinados esfuerzos y no solo por la edad que tienen, sino porque con un mantenimiento defectuoso por falta de medios están parchaedos por todos sitios, cada vez que salen a volar vuelven de milagro y a veces ni vuelven, como ha pasado ahora.
¿Está satisfecho con la información que ha proporcionado estos días el Ministerio de Defensa?
De ninguna de las maneras. El ministro, siguiendo no sé qué consejo ni de quién, ha estado desinformando. Y cuando tenía la obligación de informar porque todo el mundo se le echa encima, se saca el secreto de sumario. ¿Qué oportuno, no? ¿Secreto de qué, si él sabía que se habían estrellado, hombre?
Usted ya había pronosticado tras el accidente de su hijo que volvería a ocurrir y ha ocurrido.
Desgraciadamente ha sido así, me hubiera gustado equivocarme, pero desgraciadamente no ha sido así. Esto es un desastre, un escándalo. Las personas en la calle tienen que reaccionar, esto no puede ser, son vidas humanas, son personas que se juegan la vida… Pero una cosa es que se jueguen la vida y otra cosa que alguien desde un despacho caprichosamente las ponga en juego porque no se toma en serio el que haya unas medidas de seguridad que se tienen que adoptar. Países que se supone que están menos dotados económicamente que España tienen en sus servicios de rescate aparatos más modernos y adecuados, por la seguridad de quienes los llevan y también de las personas que vayan a rescatar. A nadie se le escapa, es que no hay que ser muy listo para ver eso.
Ha criticado usted la gestión posterior del accidente. ¿Qué cree que se tenía que haber hecho y no se hizo?
Lo primero, empezar a reconocer que hasta los protocolos de actuación están anticuados. Si se ha perdido la señal de radar de un aparato en tránsito desde África a Canarias, no se puede esperar… Cuando el primer F-18 ha llegado al lugar del accidente lo que descubre es que allí estaba todo el mundo menos los que tenían que estar. Se ha hablado de un barco holandés. Pero nadie ha dicho qué barco, qué matrícula tiene y además han permitido intoxicar con una serie de barbaridades y de mentiras. En el momento en que se pierde señal con una aeronave tienen que salir inmediatamente a buscarlo con el medio más rápido, contactar mediante Asuntos Exteriores con Marruecos y salir luego con un Delta 4. Y lo que no se puede es mandar un helicóptero para que espere en tierra en Dakhla. El helicóptero debe ir al mismo teatro de operaciones, porque si los accidentados están vivos no se puede perder tiempo.
Pero aquí hay cosas que son incomprensibles. ¿Cómo es posible que digan que el barco holandés remolcó el helicóptero hasta que se desprendió la cabina y manifestaron que no había nadie dentro? ¿Dónde está la persona que lo ha dicho? No me creo nada de lo que esta gente dice, porque es un disparate. Esto no se puede coger por ningún sitio. Ya no es pedir una dimisión. De toda la cúpula de Defensa y del Ejército del Aire habría que plantearse si es que son las personas más idóneas o los más mediocres y los más pelotas los que están ahí. Lo puedo decir más alto, pero no más claro. Porque al inefable general Salto, que se lució con lo de mi hijo y sus compañeros, encima lo hacen nada más y nada menos que jefe del gabinete del ministro y lo ascienden a teniente general. ¡Vaya tela!
Le agradecemos que haya estado hoy en esta entrevista…
Sólo quiero deciros, porque sé lo que les espera ahora a las familias, porque lo he vivido y lo sigo viviendo, que en la medida que podáis nos ayudéis a que se sepa la verdad. No la de ellos, que es la mayor de las mentiras, sino la verdad de todo.