Circular aún entraña riesgos por las filtraciones y desprendimientos, hay que extremar la precaución
{mosimage}SB-Noticias.- El Cabildo de Gran Canaria ha rebajado la situación a prealerta desde las diez de la mañana, reanuda las actividades públicas, como los partidos del Herbalife y la UD Las Palmas, y reabre las áreas recreativas, si bien mantiene el operativo de emergencias y pide a la población precaución por el resentimiento de las carreteras.
La posibilidad de lluvias localizadas persiste, sin embargo con menos intensidad, y en las últimas 40 horas no se han registrado incidencias graves, por lo que la Dirección del Plan de Emergencias Insular, tras pasar en la medianoche de emergencia 1 a alerta, hoy ha decidido dar otro paso hacia la normalización de la Isla.
Las últimas incidencias han podido ser todas solventadas, como las inundaciones en Vecindario, una riada en Ayagaures con arrastre de vehículos y la registrada en la charca de Maspalomas.
En cualquier caso, el Cabido mantiene el operativo de emergencias y los medios en guardia para actuar de inmediato –Bomberos del Consorcio, Protección Civil, Obras Públicas y los Presa-, y pide prudencia igualmente a la población, ya que el terreno está castigado y las carreteras resentidas, y se pueden producir resquebrajamientos y desprendimientos aunque ya no llueva. En caso de que comience a llover con cierta intensidad, explican los especialistas insulares en emergencias, no hay que dudar en extremar la precaución.
Áreas recreativas
Las áreas recreativas y zonas de acampada también han resultado afectadas, pero recuperan poco a poco la normalidad y la mayoría han sido reabiertas al público aunque algunas presenten barrizales. Las más recomendables son Los Llanos de la Pez, Tamadaba y Llanos del Mimbre.
Permanecen cerradas sin embargo la Finca de Osorio, La Palmita por inundaciones, la Ermita Santiago por tener el acceso obstruido por barro y presentar cierto riesgo, y la Presa de las Niñas por un derrumbe también en la entrada.
La dificultad para predecir las trombas
En situaciones de estabilidad atmosférica el aire circula ordenado por capas y se produce el llamado “flujo laminar”, en el que las nubes siguen el curso de su correspondiente corriente. Sin embargo, en situaciones de inestabilidad, el aire sopla en el mismo sentido, rompe este orden y le ofrece a las nubes la posibilidad de ascender.
Es el denominado “desarrollo vertical”, en el que los mantos de nubes bajas se aproximan a la Isla y, ayudadas por el aire cálido, las montañas y la inestabilidad, comienza a constituirse en columnas, a veces perceptible en forma de champiñón, que se forma porque en las alturas la menor presión hace que se expandan y se enfríen con rapidez, de modo que la humedad, ya convertida en agua, satura a la nube y descarga.
El problema se genera cuando, a falta de un viento suficiente que mueva esta formación, la descarga de agua se produce en el mismo lugar con el añadido de que a más altitud de la nube, más potente es la descarga, como en el este de Gran Canaria, donde alcanzó varios kilómetros.
Sin embargo, puede haber una cierta brisa que mueva la nube lentamente y, como en el caso de Telde, eso ayude a empeorar la situación, ya que la descarga comenzó en la parte alta del municipio y el agua corrió hacia la costa, a donde también se trasladó la nube a continuar su desahogo.
Todo este proceso, además, se produce en muy poco tiempo, sin apenas margen de maniobra, a veces en minutos.