Antes del rescate, los servicios de rescate del Ejército de Marruecos rastrearon la zona donde había caído hoy al mar un Super Puma del Ejército del Aire español con tres militares a bordo. Marruecos realizó una batida en el área donde cayó el helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) español, a unas 280 millas de Gran Canaria, durante un vuelo de regreso desde Mauritania hacia la base aérea de Gando. Los militares marroquíes habían avistado lo que parecía un helicóptero semisumergido, una balsa y bengalas. Pero no fue hasta varias horas después cuando el pesquero logró dar con los tres militares.
El Ejército del Aire perdió el rastro de este helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) cuando había un vuelo de regreso desde Mauritania a Gran Canaria. Durante la tarde de este jueves, el Ejército procedió a notificar a las familias de los tripulantes de la aeronave que no se conocía el paradero del helicóptero, a bordo del cual iban tres personas, y los familiares se desplazaron a la Base Aérea de Gando para iniciar allí la angustiosa espera de noticias. El 19 de marzo de 2015 se cumplió un año desde la trágica desaparición de otro helicóptero a 37 millas de Gran Canaria, con un balance de cuatro fallecidos y un superviviente.
El único superviviente de aquel accidente, Jhonander Ojeda, iba a bordo del helicóptero que ha desaparecido hoy. Hoy es el 27 cumpleaños del sargento Jhonander Ojeda.
Fuentes oficiosas han explicado que en el lugar donde desapareció el helicóptero se ha localizado una balsa y que el mar está impregnado de colorante a su alrededor. Los aviones batieron la zona en busca de los tres tripulantes desaparecidos, ante la hipótesis de que se tratara de señales de los tripulantes tras caer al mar.
Uno de ellos, el sargento Jhonander Ojeda, ya superó en el siniestro de marzo de 2014 un azaroso episodio, después de que la aeronave en que viajaba con cuatro compañeros se estrellara en el mar en mitad de la noche. El joven sargento logró romper un ojo de buey del helicóptero cuando éste comenzó a hundirse en el mar y alcanzó la superficie a nado después de nadar unos veinte metros hacia arriba en medio de la absoluta oscuridad. Hoy, Jhonander ha conseguido emprender de nuevo sano y salvo el camino de regreso a casa.