EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}Cuando hablamos de la “casta” política, nos referimos a esa clase de personas que sin más estudios o preparación pueden acceder a una “profesión” muy bien remunerada, que viven dentro de una burbuja, apartados de la sociedad que les rodea y que sólo se miran su apestoso ombligo.
Si damos un vistazo panorámico al conjunto de partidos políticos de la geografía española, nos encontraremos con una cantidad de personajes, de oscuros personajes, que han encontrado en la política una forma de bien vivir y que tratan de perpetuarla en el tiempo, cueste lo que cueste. En este sentido utilizan cualquier tema, por nimio que sea, para saltar a los medios de comunicación social, para hacerse notar, no importa la razón, sólo se trata de aparecer en la caja tonta o aferrándose a un micrófono en cualquier emisora de radio por cutre que sea. La verborrea es uno de los requisitos básicos para este espécimen político, al mismo tiempo utilizan los métodos nazis de propaganda; los once principios de la propaganda de Goebbels están vigentes en el marketing de cualquier asesoría de “imagen”.
La realidad es que menosprecian la inteligencia de la gente, de tal forma que llegan al ridículo más esperpéntico. La perla de las gilipolleces más gilipollas quizás se la lleve nuestro maravilloso presidente de gobierno, el señor Rajoy cuando en vísperas de una reunión de países de todo el mundo sobre el cambio climático dijo: “Yo sé poco de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá. He traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?". Con esta curiosa gilipollada justificó Mariano Rajoy el hecho de que el cambio climático no debe ser considerado como un asunto capital. ¡¡ Manda huevos las lumbreras de nuestro presi…!!
Los ciudadanos perciben al político como un problema no como la solución de los problemas. La corrupción unido a la mediocridad forman un raro potaje donde se mezclan esta clase de jauría hambrienta de dinero y poder.
El personaje no es nuevo, antes tenía otro nombre, hemos pasado del tránsfuga al mercenario político sin más exámenes de reválida.
O sea un mercenario es: “La persona que realiza cualquier clase de trabajo por una retribución, generalmente económica, o que trabaja con el único interés de ganar dinero”.
El tema de la colega Irene Lozano, escritora y periodista ella, es un caso claro de cambio de look en el peor sentido de la palabra. Hace dos años atrás a Irene Lozano Domingo, diputada por el partido de Rosa Diez, Unión Progreso y Democracia, la conocían en su casa a la hora de comer y cuatro amigos y amigas de fogalera los fines de semana. Pero la suerte le vino de cara cuando a una capitana de “los nuestros”, del glorioso Ejercito español, el coronel de su regimiento intentó “pasarle revista” y se pasó de normativa; el acoso que sufrió Zaida fue defendido por la flamante diputada de UPyD con ganas y obtuvo el aplauso de todos en cuanto a la tolerancia cero al acoso femenino en las Fuerzas Armadas españolas. Aquel affaire le vino como anillo al dedo porque a partir de ese momento intervino en varias cadenas de tv a nivel nacional y en programas de “prime time”, al igual que en varias emisoras de radio del mismo carácter. Hay que reconocer que a la verborrea de la política, hoy mercenaria, le fue muy bien y conocedora de la fuerza de una imagen supo venderse lo suficiente para crear una buena sensación en la sufrida opinión pública que vio en ella un espécimen raro en la política. Pero como la vida es así y no hay cosa buena que dure 100 años, hete aquí que en su querido y amado partido le empezaron a salir nubarrones en el horizonte y su otrora querida, amada e idolatrada Rosa Diez empezó a bajar en las encuestas y a desdeñar la mano tendida que le ofrecía un novato como Albert Rivera, sus fans le dijeron adiós y las ratas empezaron abandonar el barco donde UPyD parece que se hunde estrepitosamente y sin posibilidad de reflotarlo.
Ante esta escalofriante perspectiva y teniendo en cuenta el paro existente en la profesión y a sabiendas que el 20 de diciembre próximo se queda en el paro político festivo, la colega Irene Lozano ha decidido poner su curriculum a disposición del mercado y sin encomendarse a Dios ni a nadie se ha lanzado y donde digo, digo, digo Diego y decir: “todo es corrupción: el PP, el PSOE y la dirección de IU son mafia pura”, ahora abrazada a Pedro Sánchez comparte la lista de Madrid del Psoe con el numero 4 y todo parece prever que si dan el salto a la Moncloa la periodista mercenaria verá realizado su sueño de sentarse en la bancada azul como ministra de cualquier cosa.
Muchos pensaran que esta mujer carece de dignidad y que personas como ella no son de fiar, y no les faltará la razón pero no es menos cierto que si quiere seguir en la política la mejor escuela para forrarse los bolsillos está en el PP o en el Psoe, verdaderas escuelas de máster en mafia política. Querida colega te deseo larga vida en el Partido Socialista Obrero Español, bienvenida a la corrupción institucional.