{mosimage}{mosimage}Audio de la entrevista
SB-Noticias/Juan Rafael Lorenzo.- María Eugenia García, portavoz de la Plataforma de Taxistas Asalariados de Las Palmas de Gran Canaria manifestó en La Trapera de Radio San Borondón que “es tiempo de cambiar la política de amiguismos y de darse cuenta de que las cosas han cambiado”, y agregó: “Si hace veinte años era normal que el taxista jubilado dejara la plaza para su hijo basándose en una conducta permisiva por parte de las autoridades, ahora no debe ser así”.
A lo largo de la entrevista, la portavoz de la plataforma reconoció la complejidad de este tema, porque “el sector del taxi está muy dividido, y hay gente que piensa que sólo tendría trabajo si existen los floteros, manteniendo una situación de manifiesta ilegalidad”.
A lo largo de su documentada intervención, Mª Eugenia insiste en que todo parte de una situación de permisividad insostenible, en la que se cometen irregularidades tan claras como que “La ley se hace en el 2007 y hasta el 2012 no se hace el reglamento” y se pregunta: “¿Por qué? Porque estaban intentando ocultar el fraude de ley con un solapamiento continuado”, y añade: “Tenemos que conseguir una concienciación jurídica y del gobierno”.
“Yo fui a la Seguridad Social hace seis años, y puede que los jefes digan que no tenían conocimiento, pero hace seis años que ya lo tienen, y tienen claro que toda persona que tenga una actividad laboral tiene que estar de alta. Pues bien, ahora se inventan que un autónomo colaborador con consanguinidad hasta el 2º grado, puede trabajar con un autónomo con una bonificación del 50%, y parece que ignoran que si el jubilado no es autónomo ni está trabajando no puede tener a un autónomo colaborador, porque para eso precisa a un autónomo pleno”, y concluye: “Otro fraude”.
También puntualiza que, aunque la ley diga en su articulado que “No se revocarán las licencias a las viudas y jubilados que tengan asalariados” eso no significa que “no tenga usted que pagar el autónomo” y recuerda: “Hay en Las Palmas un grupo de autónomos que no tienen nada que ver con esta situación, y que entienden que para que un sector funcione debe estar en manos activas, y la mayoría de licencias de Las Palmas está en manos inactivas”.
“Las licencias costaban hasta ciento veinte mil euros. Ahora están en la mitad, pero ¿quién puede disponer de ese dinero sin hipotecar su casa?”
“Si alguien quiere cambiar algo que lo haga, pero que se dejen de rollos ya” y concluye: “Lo que quiere la asociación de taxistas no es el interés general, sino salvar las ventas de licencias y llevárselo fresquito cada uno con la comisión correspondiente”.