Vicenç Navarro. Público
{mosimage}No hay plena conciencia en España de la baja calidad de gran parte de los medios de comunicación de habla latina a los dos lados del Atlántico. Ni que decir tiene que en todas partes cuecen habas. Pero como resultado de haber vivido en muchos países, tengo que subrayar que gran parte de los medios, tanto en España como en América Latina, merecen una mención especial.
Ahora bien, es incluso peor cuando aparecen opiniones mías sin que ni siquiera se me haya hecho una entrevista, presentando mi postura con frases entre comillas para indicar que son citas directas mías. Un ejemplo de ello es el artículo “Las ‘dos Cataluñas': una sociedad dividida por un futuro sin muchas certezas”, que este domingo, día 4 de octubre de 2015, publicó el corresponsal Martín Rodríguez Yebra, del diario La Nación, uno de los rotativos de mayor difusión en Argentina y en Latinoamérica. En tal artículo, en el que se intenta presentar la situación en Cataluña, aparece mi nombre como sostenedor de la tesis de que lo que el artículo define como separatismo, es ante todo un proyecto de la burguesía. Y para mostrar que esta es mi postura, se añade una frase entrecomillada para dar la imagen que es una cita directa mía, en la que se dice lo siguiente: “Estas divisiones, acompañadas de sectarismo, están causando un enorme daño a los sectores populares. Son las consecuencias de anteponer temas nacionales a lo social”. Tanto la atribución de la tesis a mi persona, como el significado de la fabricada cita, son profundamente erróneas, resultado de una enorme incompetencia o manipulación.
En cuanto a que el independentismo sea un proyecto de la burguesía, no solo no comparto esta postura, sino que la he criticado extensamente (ver mi artículo “¿Por qué crece el independentismo en Cataluña?”, Público, 22.09.15, donde comento que “la estrategia del Estado central español ha sido intentar asustar a la burguesía catalana con imágenes del desastre que supondría para sus intereses la salida de Cataluña de la Eurozona, dirigiendo sus ataques al Presidente Mas, al cual se le considera portavoz de la burguesía catalana. Esta versión, influenciada por los escritos de Jordi Solé Tura –uno de los padres de la Constitución Española-, ha perdido bastante fuerza ante la evidencia de que los grandes centros financieros y económicos de la burguesía catalana [desde La Caixa a Freixenet] están en contra de la independencia”).
Y en cuanto a la cita, en ninguna parte he escrito esta frase tal como está redactada, siendo una mera construcción del autor. Lo que sí que he escrito extensamente es que el tema nacional ha dividido a las clases populares, pero sin implicar que ello sea resultado de un proyecto de la burguesía. En realidad, he documentado que la patronal catalana está en contra del independentismo.
No sé si tal diario publicará la carta de protesta que he escrito. Pero en cualquier país que se considere democrático debería haber una agencia de defensa del lector que denunciara estas prácticas que atentan contra la integridad de las personas, manipulando y tergiversando sus escritos. Se me dirá que dicha protección existe en la legislación de muchos países, incluyendo España, pero su aplicación es inexistente, como hemos visto en muchos casos en lo que dicha tergiversación se produce, incluso con mentiras y manipulaciones, constantemente, sin que ello se haya corregido. Y es así como se reproduce una cultura mediática de una excesiva pobreza que caracteriza a las llamadas democracias del mundo latino a los dos lados del Atlántico.