{mosimage}Diario Público.- Era la oportunidad de los portugueses para ajustar cuentas con el Ejecutivo de Pedro Passos Coelho. El Gobierno de los recortes, privatizaciones y subidas de impuestos. Una política de austeridad que incluso el Tribunal Constitucional luso intentó tumbar. Pero la derecha ha vuelto a ganar en el país vecino este domingo. Aunque, eso sí, no ha conseguido la mayoría absoluta que prácticamente le ofrecían los sondeos a pie de urna realizados durante toda la jornada.
En las encuestas previas a la cita electoral de este domingo, según el Público portugués, los ciudadanos se encontraban divididos entre Passos Coelho -en quien confiaban más para "negociar con los acreedores de Europa"- y Costa -a quien querían más "para poner en marcha las políticas sociales correctas"-. Y así lo han constatado las urnas.
Pero en un país donde la izquierda tiene numerosos apellidos (el PS, el Partido Comunista Portugués (PCP), el Partido Livre (PL) y el Bloco de Esquerda), cabía suponer que el porcentaje de votos (y de escaños) se repartiría aun más. Así, el Bloco de Esquerda (BE) -que no aspiraba a tener tanta relevancia- ha obtenido un 9,98% de los votos, mientras que los comunistas del PCP (que iban en coalición con los verdes del PEV) se han quedado con sólo el 7,89%.
Si la "izquierda a la izquierda del PS" no cae en personalismos, podría acabar ofreciéndole a los socialistas la oportunidad de arrebatar el Gobierno a los conservadores de Portugal à Frente (PàF). De momento, todo apunta a que podría acabar siendo así, según informa la prensa local. Tanto los líderes del PS, como BE como de la CDU (Coalición Democrática Unitaria, que agrupa al PCP y al PEV) han subrayado ya que no permitirán una victoria de la derecha y que es una "gran oportunidad" para que haya un Gobierno de izquierda. En cualquier caso, señalan, la gestión de esa posibilidad queda ahora en manos de Costa.