EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}{mosimage}Audio de la entrevista
La primicia la daba, solapadamente, Paco Almagro el pasado martes en su digital Elblogoferoz y su habitual sección de los martes “La Gente del Medio”. La creación de una especie de bolsa de trabajo para periodistas canarios en paro estaba preparada para servir los intereses de los cuatro mercaderes de esclavos que tenemos disfrazados de ejecutivos emprendedores en distintos medios de comunicación a nivel nacional, y en particular uno de estos subvencionado por todos los españoles y que emite bajo la consigna de la curia diocesana de las islas.
La manera de “contratar” y explotar a los jóvenes y menos jóvenes periodistas canarios es tan salvaje que, no siendo ilegal, es asquerosamente inmoral.
Está clarísimo que en todas las profesiones cuando se sale de la Universidad de graduarse o licenciarse, la falta de práctica hace que tengan que pasar por un proceso (que en la mayoría de los casos debería realizarse en el desarrollo de sus estudios universitarios) de aprendizaje a marchas forzadas, a todos nos sucedió lo mismo y todos pasamos por el tubo de lo que ahora se da en llamar “becario” o lo que es lo mismo que antes nos llamaban “botones” o chico del café. Recuerdo mis cabreos en Barcelona cuando el jefe de redacción me llamaba “Hey chaval, tráeme un café bien cargado y no me tarde ni un minuto…”. Sí, eso sucedía y sucede y sucederá, pero con el agravante que antes, hace años, pasado un año más o menos te contrataban como aspirante y te pagaban el sueldo interprofesional mínimo con tu seguridad social. Con aquellas 900 pesetas del tiempo pasado, tenías suficiente para coger el trolebús, el metro y para ir algún guateque los domingos, el resto era para aportar en la economía familiar. En aquellos tiempos del franquismo, existía el contrato indefinido con la excepción de los primeros 15 días de prueba y los 45 días por año trabajado de indemnización por despido improcedente.
Hace años, con Felipe Gonzalez gobernando, los socialistas, pringaos por la patronal, aceptaron el contrato basura, contrato que fue repudiado por todos los trabajadores incluyendo los sindicatos. Zapatero continuó la labor y recorto derechos laborales creando nuevas leyes, que un año después y gobernando Rajoy se ampliaron con una reforma laboral que dio ventaja a los empresarios para empezar a contratar a la baja y dentro de estas nuevas leyes se introdujo lo que hoy llamamos el contrato estercolero. Los empresarios, no todos, pero si la mayoría han visto un filón en el negocio de la trata de esclavos, y algunos de ellos han sacado beneficio a través del coste trabajador/hora en lugar del valor añadido en su producto. En toda esta asquerosa martingala invertida están metidos todos los sectores sociales, da lo mismo que sea una panadería, que un supermercado o un taller de motos, o una radio, prensa, o televisión.
Últimamente se han dado casos en Tenerife de esperpento caníbal digno de Kunta Kinte (aquel negrito que secuestraron de su África natal para convertirlo en un esclavo de una plantación de algodón en el sur de EEUU) tanto es así que a uno le hace pensar si realmente estamos en el siglo XXI o bien hemos retrocedido en el tiempo y volvemos al siglo XVII y los famosos galeones de esclavos negros.
La contratación de periodistas con horario marcado, pero con un contrato mercantil y haciendo que el trabajador se haga autónomo, con seguridad social autónoma a su cargo y pagando a 1,08 € la hora de “colaboración” una vez descontado el pago del seguro, a sabiendas que se le impone un horario que cumplir, de lunes a viernes, con apenas 600 euros al mes de los que tienes que descontar 270 € que corresponde al pago de autónomos y un trabajo de 7 u 8 horas al día, parecía que no era suficiente, además les exigen cubran las guardias en sábados y domingos o la continuidad en esos fines de semana. Mientras los 4 curritos de los nuevos periodistas, algunos con 8 años de profesión y el que menos 5 años”, personas formadas con máster en comunicación, idiomas y experiencia sobrada, los tratan como esclavos, ni siquiera pertenecen al salario del miedo porque no se le puede llamar salario al expolio, saqueo y esclavización de profesionales, hombres y mujeres canarios que putean 4 gánster de los medios que espero alguna vez verlos en el puto paro de larga duración. Además, lo cojonudo del caso es que estos cuatro mangantes ninguno de ellos tiene la preparación suficiente para estar dirigiendo programas de radio, prensa o tv, son los de siempre los 100 pelotillas que con un rosario en la mano y en misa de 12 en la catedral de la Laguna, hacen celebre aquello de; “a Dios rogando y con el mazo dando”.
No se puede seguir de esta forma, el gobierno canario, la delegación de trabajo, la inspección y el juzgado de guardia en última instancia tendrán que actuar sea como sea, incluso de oficio contra esta mafia de trata de esclavos que se está enquistando en las islas con el pretexto de “la crisis económica” crisis que todos sufren menos ellos que sin pagar seguridad social ni personal mantienen una plantilla que esclavizan. Bueno será que los anunciantes de esos medios sepan de una vez como y para qué sirve su dinero, estoy seguro que si alguno de ellos se enteran del trato miserable con las que tratan a sus “colaboradores” dejaría de poner publicidad. Pero tranquilos que la tortilla tiene dos caras y el mundo da vueltas diariamente, me pondré las barbas a remojar…