Alejandro Floría Cortés
{mosimage}¿No debe ser cocinado el plato de la confluencia especialmente para aquellos y aquellas que tienen hambre?. La componente electoral de la Unidad Popular es un medio de la misma y siendo obvia la diferencia entre saciar el hambre y la soberanía alimentaria, también lo es la diferencia entre la asistencia y las políticas estructurales, entre la unidad para ganar unas elecciones y la Unidad para permanecer y desarrollar otro modelo de sociedad.
Sin perder de vista la analogía empleada, parecen resultar evidentes, pero no por ello están todas en curso en este momento, una serie de consideraciones:
– La jerarquía del equipo de cocina ni puede ni debe influir en el resultado de lo cocinado, pero se debe consultar a lo comensales y al resto del equipo. Aunque soy bastante escéptico con lo que veo en televisión, sí parece que tiene éxito en la cocina la seriedad, el rigor, el trabajo en equipo, la serenidad, la cordialidad , la calidad, la efectividad y la eficiencia en la resolución de problemas. ¿Cuáles son sus propuestas?
– Es precisa la comparecencia inmediata de todos los potenciales participantes en la cocina de la confluencia y deben acudir, más que esperar a ser llamados. Son cuestiones de organización, aquí no sobra nadie. La demora no causará más que errores e imprecisiones en el menú, en la recogida de comandas y en el servicio. ¿A qué están esperando?. Pasen sin llamar.
– La cocina requiere de movilidad y su equipo debe recabar e intercambiar propuestas y adhesiones. No hay mejor lugar para hacerlo que en el entorno de los comensales: en sus barrios, en sus plazas, grandes y pequeñas, en sus ámbitos de trabajo, y en general allí donde haya cualquier tipo de conflicto en el que les sean impuestas las dos tazas de caldo que no quieren tomar. No puede quedar nadie sin probar las degustaciones.
– Es conveniente y necesario que se distingan y expliciten los ingredientes del menú, pues de esta forma los comensales podrán proponer cambios en las cantidades, advertir de las peculiaridades, e influir en los procesos de cocinado. Los comensales y el equipo de cocina, además, se organizan para producir ingredientes, pero también recogen los platos y los friegan.
– El proceso no termina cuando haya un equipo de cocina y un menú. Es absolutamente iterativo y tiene continuidad en el tiempo.
El objetivo, como decimos, no es servir un menú cada cuatro años. Es alimentarnos por nuestra cuenta y decidir cómo hacerlo. ¡Buen provecho!.