Reitera en el diálogo directo con Colombia como vía para resolver la situación fronteriza
{mosimage}{mosimage}Entrevista a José Manuel Padrón
AVN.- El Ministerio para Relaciones Exteriores de Venezuela rechazó este lunes un comunicado emitido por la Unión Europea (UE) el pasado 29 de agosto sobre el cierre de la frontera en municipios del estado Táchira hacia Colombia, por considerar que es una acción injerencista.
La República Bolivariana de Venezuela rechaza el inmoral e hipócrita comunicado realizado por burócratas enquistados en la Unión Europea del 29 de agosto de 2015, en las cuales expresa, sin fundamento ni pruebas, graves señalamientos contra nuestro país asociados a la decisión soberana de adoptar medidas para combatir el paramilitarismo colombiano, el narcotráfico y los ataques sistemáticos a la economía venezolana originados en la República de Colombia.
Las afirmaciones de estos burócratas europeos, que no tienen moral ni autoridad para inmiscuirse en asuntos bilaterales que no les competen, ocultan un doble rasero, por decir lo menos, pues provienen de quienes han causado colosales tragedias humanitarias en el Mar Mediterráneo producto del intervencionismo bélico y la violencia terrorista en países del Medio Oriente, Asia y África.
Antes de intentar gobernar el mundo y girar instrucciones a países soberanos, los invitamos a atender la más grave crisis humanitaria generada en estos países, donde mueren miles de ciudadanos ante la mirada cómplice de éstos mismos burócratas que redactan comunicados insolentes e injerencistas.
Venezuela es víctima de la agresión de mafias narcotraficantes, de bandas paramilitares, y de una guerra económica sistemática desde territorio colombiano, que la llevaron a adoptar decisiones legítimas, soberanas y legales que deben ser respetadas.
Nuestro país ha sufrido por décadas el éxodo humanitario más grande que se conozca en nuestra historia, con apenas 27 millones de habitantes hemos recibido de manera solidaria y protectora a más de 5.600.000 hermanos colombianos.
La República Bolivariana de Venezuela propondrá al gobierno colombiano, en el marco del Derecho Humanitario Internacional, que asuman responsabilidad ante esta realidad ineludible.
La República Bolivariana de Venezuela reiteró este lunes su disposición a un diálogo directo con Colombia para solventar la problemática fronteriza y, en conjunto, enfrentar los crímenes que han sido inoculados desde la nación neogranadina a la patria venezolana, como el paramilitarismo, el contrabando, los secuestros y el narcotráfico.
Así lo expresó el embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, durante una sesión extraordinaria, en la que además recordó que esta posición de diálogo abierto ya ha sido expuesta por el presidente Nicolás Maduro, al proponer a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, una reunión para abordar los temas del paramilitarismo, delincuencia, contrabando y narcotráfico, que obligaron al mandatario venezolano a cerrar una porción de la frontera con Colombia.
Este cierre se llevó a cabo en los municipios fronterizos del estado Táchira, 140 kilómetros de los 2.219 de frontera entre ambos países. El 19 de agosto pasado fueron cerrados los pasos hacia Colombia por los municipios Bolívar, Pedro María Ureña, Junín, Capacho Viejo, Capacho Nuevo y Rafael Urdaneta para proteger al pueblo y liberar a esta zona de acciones de contrabando y paramilitarismo. El pasado viernes, durante una concentración en Caracas donde venezolanos y colombianos rechazaron las acciones de paramilitarismo y guerra económica, el jefe de Estado anunció que la medida se extendería a otros cuatro municipios: Lobatera, Ayacucho, García de Hevia y Panamericano.
El cierre de la frontera fue ordenado por el presidente Maduro luego de que se registraran ataques paramilitares en el Puente Simón Bolívar, que comunica ambos países, en los que resultaron heridos tres soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mientras realizaban funciones contra el contrabando de extracción.
Asimismo, Venezuela decretó un Estado de Excepción en los municipios del estado Táchira fronterizos con Colombia, que implica la activación de un la Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP) y el cierre de la frontera, hasta tanto no se restituyan los derechos sociales y económicos del pueblo venezolano y los colombianos que viven en la zona fronteriza, afectados por mafias del contrabando que extraen combustible, alimentos y medicinas para su reventa en la nación neogranadina.
En este sentido, Chaderton hizo referencia a las campañas mediáticas de descrédito que buscan fomentar odio en los colombianos hacia Venezuela, y deslegitimar las acciones soberanas del Gobierno venezolano en defensa del pueblo que hace vida en las zonas fronterizas.
"Alertamos sobre las repetitivas manipulaciones mediáticas para generar odio entre nuestros pueblos, esto contrasta con los mensajes positivos sobre Colombia y el pueblo colombiano que nuestros líderes sin cesar difunden en Venezuela y en todo el continente", comentó Chaderton en la OEA, en transmisión de Telesur.
Expresó que "no ha ocurrido una desgracia entre Venezuela y Colombia, porque una de las partes no está sometida al bombardeo del odio inducido contra la otra parte, sino ya habríamos tenido una guerra" entre ambas naciones, asimismo, comentó que "entre los mensajeros del odio" que forman parte de la campaña mediática de ultraderecha se encuentra el diario El Tiempo de Bogotá, las emisoras de radio y televisión RCN y Caracol, y CNN en Español.
Chaderton respondió a las observaciones del embajador colombiano ante la OEA, Andrés González, quien en su alocución mostró un video y tildó de "crisis humanitaria" las deportaciones de ilegales que hizo el Gobierno venezolano. El diplomático venezolano también presentó un video del verdadero proceso de deportación, que se lleva a cabo por el puente Simón Bolívar, donde los ilegales son entregados a las autoridades colombianas.
Las imágenes presentadas por González forman parte de ilegales que están regresando a su país de manera voluntaria, usando pasos ilegales conocidos como trochas.
Ante esto, Chaderton dijo: "Los venezolanos, los bolivarianos, los chavistas y los maduristas nos sentimos profundamente comprometidos con el destino de Colombia, no es cualquier país, es nuestra hermana República, nacimos juntos y jamás moriremos".
Hizo referencia de la guerra interna que vive Colombia, desde hace más de medio siglo, y cuyo proceso de diálogo que se lleva a cabo en La Habana, Cuba, desde 2012, fue impulsado por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Producto del conflicto armado en Colombia, miles de ciudadanos emigraron hacia Venezuela, huyendo de la pobreza, del narcotráfico y de la violencia.
Desde 1948, millones de colombianos han buscado un hogar en Venezuela. En la actualidad, en esa nación viven más de 5 millones 600.000 ciudadanos colombianos, quienes han sido incluidos en el sistema de protección social del Estado venezolano que abarca programas que garantizan derechos de educación, salud, vivienda, alimentación, recreación, cultura, seguridad laboral y deportes para toda la población.
En las zonas fronterizas, Venezuela se ha visto obligada "a asumir la carga social que habría correspondido al Estado colombiano", dijo Chaderton, y agregó que "los colombianos invisibles (que tuvieron que buscar mejores oportunidades de vida en otro país), en Venezuela viven como venezolanos y con todos los derechos de los venezolanos. Poco saben de ellos en Colombia, son cinco millones y medio que enriquecen a Venezuela con su trabajo, con su conducta y con su solidaridad".
"Venezuela ratifica su posición comprometida a favor de la paz y la reconciliación de todos los colombianos, nuestras diferencias las superaremos en los diálogos diplomáticos con el afecto que nos liga, como hermanos nacidos juntos para la libertad", manifestó Chaderton.
Asimismo, subrayó que Venezuela impulsa una "diplomacia de paz, los cinco millones y medio de colombianos que viven una vida honesta y productiva en Venezuela no se marcharán de nuestro país, seguirán junto a nosotros en la comunidad de gente honrada y trabajadora y enfrentando la mentira y el odio mediático que generan los salvajes enemigos de los diálogos de paz".
La Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó este lunes la solicitud de la delegación de Colombia de convocar a una reunión de cancilleres para tratar la problemática en la frontera colombo-venezolana, agravada actualmente por la penetración del paramilitarismo colombiano y el contrabando de extracción de alimentos y de productos venezolanos hacia el vecino país.
La petición del Gobierno de Colombia no alcanzó la mayoría de al menos 18 votos, requerida para autorizar cualquier acción por parte del organismo multilateral.
Durante la reunión extraordinaria de embajadores de la OEA, Venezuela ratificó su política de diplomacia de paz y la propuesta de un diálogo directo entre los jefes de Estado de ambos países como vía para tratar el tema de la frontera común, que abarca más de dos mil kilómetros y está temporalmente cerrada en un sector del estado Táchira y el Norte del Santander, en Colombia.
En este sentido, el embajador venezolano Roy Chaderton recalcó que "aún cuando no se haya logrado la convocatoria, está claro el deber de ambos de recurrir como siempre y para siempre al diálogo", tras recordar que en Venezuela viven legalmente más de cinco millones de colombianos, que gozan de todos los derechos y garantías.
Chaderton manifestó que Venezuela y Colombia cuentan con lazos históricos y geográficos, lo que permitirá a los líderes de ambos países lograr una solución en beneficio de sus pueblos, pese a que la actual situación "está enturbiada por interferencias de información importantes".
Por su parte, el embajador colombiano ante la OEA, Andrés González, expresó que su gobierno insistirá en los argumentos presentados para "plantear una reunión de los ministros de las Américas", propuesta que este lunes logró 17 votos.
El gobierno de Bogotá aspira que los cancilleres discutan sobre los ciudadanos que han regresado a Colombia tras el cierre de la frontera, que -dijo el embajador González- suman siete mil, aunque sólo poco más mil han sido repatriados, el resto ha vuelto voluntariamente a su país por trochas ilegales.
Venezuela, además de privilegiar el diálogo directo, apoya la convocatoria de una reunión extraordinaria de ministros de exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur, instancia a la que reconoce mayor legitimidad y eficiencia que a la OEA.
El cierre temporal de la frontera en Táchira fue ordenado por el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, luego de que el pasado 19 de agosto se registrara un ataque en el resultaron gravemente heridos tres soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mientras realizaban labores de combate contra el contrabando de extracción.
Ante estos hechos, el presidente Maduro decretó estado de Excepción en los municipios Bolívar, Pedro María Ureña, Junín, Capacho Viejo, Capacho Nuevo y Rafael Urdaneta del estado Táchira, y este viernes, durante una concentración en Caracas, en la que venezolanos y colombianos rechazaron las acciones de paramilitarismo y la guerra económica, el jefe de Estado anunció que la medida se extendería a otros cuatro municipios: Lobatera, Ayacucho, García de Hevia y Panamericano.
Las mafias paramilitares colombianas y los grupos vinculados con el contrabando de extracción de gasolina, alimentos y medicina que operan en esta área afectan el desarrollo y la estabilidad de la economía venezolana.