EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}Una de la “artes” más importante para un político, como Dios manda, es saber mentir. Mentir de una forma tan real que ni siquiera el polígrafo pueda detectar la mentira. Para adquirir esta peculiar habilidad existen verdaderos cursos de adiestramiento y máster apropiado para la ocasión, uno de ellos, quizás el más famoso, es el titulado “Aprenda a mentir como un político en dos semanas”. Se trata de un curso acelerado, on line, para iniciados en política, que debido a la crisis y ante la próxima campaña electoral está teniendo un éxito notable entre los candidatos al chollo político-festivo.
Se pide al alumno que olvide la teoría de Joseph Goebbels, la mentira no se necesita repetir, las hemerotecas pueden demostrar que sigues repitiendo una mentira mil veces con lo cual te conviertes, al igual que Rajoy, en un mentiroso compulsivo que olvida hasta sus propias mentiras, defecto importantísimo para perder “credibilidad”. Las mentiras hay que recordarlas siempre pero procurando no repetirlas, el buen mentiroso convence con el énfasis y el discurso con las falsedades adecuadas a la concurrencia, no es lo mismo dirigirse a un auditorio del barrio de obreros donde le paro y la miseria son palpables, que en el club Siglo XXI ante un foro de banqueros y grandes empresarios.
El perfecto político, antes de dar un mitin, deberá preguntarse ¿Qué es lo que le gustaría escuchar a la gentuza de ese miserable barrio obrero donde tiene que acudir a dar su “discursillo”? salud, trabajo y pan, la cultura y la educación mejor obviarla, un país culto no votaría a su partido ni harto grifa.
Hay que repetir lo de la sanidad universal y gratuita para todos, en la verdadera sanidad pública. “Crear nuevos y modernos hospitales en una Ciudad Sanitaria, hospitales especializados en traumatología, oncología, enfermedades cardiovasculares, del tórax y neumología, etc. Nada de macro hospitales, haremos una gran ciudad dedicada a la salud en cada provincia española, cueste lo que cueste porque la salud es lo primero que debemos cuidar, nuestra salud es primordial para nosotros el pueblo” (aunque sabes que es una mentira de las gordas, esa es una de esas que se tragaran más fácilmente)
“Una nueva reforma laboral, totalmente social, dando prioridad a las necesidades de la clase obrera, el motor de nuestra sociedad moderna es el trabajador, sin él no podría funcionar ninguna empresa, por muy automatismo que se invente siempre se necesitará la inteligencia y el control humano para todo. Acabaremos con el contrato estercolero y el salario del miedo, todos tendrán oportunidad de trabajar. Volveremos a crear el tejido productivo suficiente para que nuestros jóvenes se queden en nuestro país y no tengan la necesidad de emigrar para tener un futuro cierto, ¡¡nuestros chicos y chicas se quedarán aquí en ESPAÑA!!” (seguirán los aplausos y con esa nueva mentira te habrás metido en el bolsillo unos miles de votos de las madres y abuelas de esos 20 millones de españoles menores de 30 años que se han marchado emigrando al extranjero o están preparando la maleta para hacerlo)
“Nadie pasará hambre en España, jamás se volverá a pasar miseria. Reduciremos el precio de la electricidad, el agua, y los transportes públicos, bajaremos los impuestos, el IVA se reducirá al igual que el IRPF para rentas menores de 30.000 euros, al mismo tiempo incrementaremos el salario mínimo profesional situándolo al nivel europeo; no menos de 1.200 euros mes. Es importante para la creación de empleo estable para los parados de larga duración mayores de 40 años que la jubilación no supere los 63 años, incentivando al empresario con una rebaja de cuota de la seguridad social de un 20% por la contratación de trabajadores de ese tramo de edad para cubrir las plazas de los que se vayan jubilando”. Este tipo de mentiras no se las cree ni su puñetera madre por lo que habrá que adornarlas con alguna otra frase como: “Para conseguir todo esto haremos que los más ricos paguen lo que hasta hoy no han pagado, haremos que la riqueza se reparta de una manera justa, y conseguiremos leyes que promuevan la solidaridad social entre todos, acabaremos con los monopolios multinacionales privatizando lo que sea necesario en función del bienestar de “nuestro pueblo”.
En este curso acelerado se entrega un decálogo del perfecto político mentiroso. Para acceder a la categoría de “máster en mentiroso compulsivo” es necesario aprenderse y cumplir a raja tabla el citado decálogo al que hemos tenido acceso y dice así:
Convéncete a ti mismo de que la mentira es verdad. Esto te hará actuar de forma natural, como si dijeras la verdad. El truco está en convencer a tu subconsciente de que estés diciendo la verdad.
Practica mintiendo en frente una cámara de vídeo o del espejo.
No mentir demasiado o te cogerán. No elabores ni adornes demasiado la mentira.
Aprende a relajar tus músculos. Los actores hacen esto para actuar.
Cuela la mentira dentro de una conversación ocasional. Es mejor mentir a la persona antes de que te pregunte a ti. De esta forma, la mente de la víctima tardará horas o días para completar los huecos, y si vuelve a preguntarte por la historia, te será más fácil responder si tu víctima se pone a la defensiva. Si la víctima descubre tu mentira antes de que te expliques, tendrá tiempo para deducir qué ha sucedido antes de que te expliques.
Mira a la persona que estás mintiendo a los ojos, si estás ante una multitud elige a una persona de la primera fila y fija tu atención hacia esa persona. No mires a tu alrededor. Hay muchos mensajes que la gente envía subconscientemente al mentir. Aprender cuáles son y cómo evitarlos. La mayoría de los detectores profesionales de mentiras (es decir, profesionales de la aplicación de ley) saben cuáles son, y tú debes saberlos también. Piensa bien la mentira antes de contarla; no improvises nada. Si te cuesta mucho mentir, trata de manipular la verdad.
Piensa en algo que sea cierto (lugar, persona, acontecimiento, historia) que se acople a tu mentira y utiliza esos detalles si te preguntan. Esto te da una base donde sujetar la mentira. Cuanto más cosas verdaderas rodeen tu mentira, más probable es que te salga bien.
Recuerda una idea básica de la mentira, y si te preguntan cosas concretas, cíñete al mismo concepto.
Recuerda la mentira original y desarróllala. Decir una mentira es como contar una la historia; tomar el concepto original y ampliarlo cuanto sea necesario. Mantén siempre la mentira sencilla y creíble. No añadas detalles opcionales, hace más fácil para que alguien te coja si miente.
Miente siempre sin distinciones, miente a tu padre y a tu madre, a tu mujer, a tus hijos, eso te hará el perfecto político mentiroso y el triunfo estará a tu alcance.
Al final del máster se dan unas clases prácticas con videos de los más políticos más famosos y sus grandes mentiras, desde Truman, pasando por Roosvelt, Churchill, De Gaulle, Franco, Hitler y Mussolini y ya más contemporáneos, Suarez, Gonzalez, Blair, Busch, Sarkozy, Aznar, Zapatero, Merkel, Tsipras y el campeón y maestro de mentiras compulsivas: Mariano Rajoy. Se dice, se rumorea y se comenta que a estos cursos acelerados está acudiendo Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Albert Rivera y Alberto Garzón entre otros. A nivel regional son múltiples las peticiones de matrícula para acceder al máster del máximo nivel del perfecto político. De momento está cubierto el “numerus clausus” hasta el 2016.