Manuel de la Rosa Hernández, activista social
{mosimage}El Sur y Suroeste de la isla de Tenerife (Islas Canarias), un espacio geográfico situado por allá de los túneles de Güímar se ha convertido en el centro neurálgico de la acumulación capitalista en la isla. El Sur-SO de la isla de Tenerife no ha dejado de crecer desde que se construyeran la autopista y el nuevo Aeropuerto. Una de estas infraestructuras ha permitido contar con mano de obra del resto de la isla y la otra, acercar el destino de Tenerife a visitantes de cualquier país europeo, convirtiéndose así en una de las referencias internacionales en este campo.
Ello les ha facilitado la senda de la inversión turística, produciéndose un gran crecimiento urbanístico a lo largo de la costa, la aparición de nuevas ciudades donde antes apenas había unos pueblos de pescadores, la proliferación de una amplia oferta de ocio y al mismo tiempo, nuevas posibilidades de obtener mayores ganancias, al capital..
Esto no ha sido por una casualidad. Un plan promovido por la propia burguesía canaria con lazos históricos con el capital transnacional a lo largo de los siglos han puesto las bases de ese nuevo negocio. Ha sido precisamente en ese espacio donde han vislumbrado un horizonte de oportunidades que les está posibilitando obtener altos beneficios. Todo esto ha coincidido con que a partir de la década de los 60 la expansión económica europea ha favorecido el desarrollo del turismo en las islas. Este primer asalto al nuevo modelo productivo en la isla se había centrado en una primera fase en el Puerto de la Cruz, en el norte de Tenerife, pero en los últimos años el vuelco se ha hecho al sur de la isla.
En Tenerife en general se lleva a cabo una importante extracción de plusvalía y otros beneficios para el capital por medio de la explotación asalariada y otras fórmulas. Pero es en el referido territorio sureño que se vuelcan todas las expectativas. Allí se dan una serie de circunstancias que la hacen especialmente atractiva para el capital, hechos que no se le han escapado a los inversores capitalistas locales y foráneos.
Este proceso de acumulación se lleva a cabo por varias vías, entre ellas
1.- A nivel de sobre explotación obrera, propiciado por la alta eventualidad y precariedad laboral existente, con salarios de miseria, sobrecarga laboral, horarios excesivos y extenuantes, … Estos hechos aumentan de forma considerable las tasas de ganancia del capitalista. La base de la misma la conforma la existencia de un amplio excedente de mano de obra de las áreas rurales o de los pueblos del norte de la isla o del área metropolitana. Este boom turístico propició un aumento desobitado de la construcción y otros servicios que trajo consigo la llegada a las islas de mano de obra de varios continentes, especialmente antes de la crisis del 2007. Toda esta mano de obra, independientemente de su origen conforma ahora las masas trabajadoras de esta isla. La poca organización obrera en general, por la escasa implantación de los sindicatos en las empresas o su pactismo y traición en otros casos, van a favorecer esta situación de sobre explotación obrera y la acumulación capitalista.
2.- La depredación del territorio. Se ocupan enormes franjas de tierra entre la costa y las medianías, se urbanizan a mansalva las costas. Muchas fincas de las costas suelen estar en manos de los exportadores de producciones agrícolas que ver revalorizado con la nueva situación su suelo o bien lo van a acaparar en muchos casos de los pequeños propietarios que se desprenden de sus fincas por la escasa rentabilidad agraria. El suelo ha aumentado de forma exponencial su precio en los últimos años, al pasar de su consideración rústica a suelo urbano de una amplia demanda y permanente revaloralización por un proceso urbanizador desatado y voraz.
3.- En los últimos años se alcanzan cifras millonarias de visitantes en las islas. Se habla ya de trece millones de turista año en estos momentos en Canarias. El beneficio redondo de un modelo productivo terciario que no cesa de crecer numéricamente en clientes potenciales, está fuera de toda duda.
4.- Esa población flotante, junto con la población habitual, conlleva que haya una alta población consumidora que permite un alto volumen de ventas cuyos beneficios van a parar al final a pocas manos. La actividad vinculada al comercio es muy variada e importante en esa zona, por el amplio volumen de población realmente existente. La proliferación de grandes superficies comerciales, un amplios espectro de opciones de ocios, una diversificada oferta alojativa, todas ellas solicitadas y demandadas por un público que quiere encontrase con las mismas o más posibilidades de gamas de productos que en su lugar de origen y que cuenta con una alto poder adquisitivo, hacen el resto.
5.- La alta inversión pública planteada en estos momentos y para los próximos años, en la que se mueven cantidades millonarias de los presupuestos de todas las administraciones públicas y que van a parar a manos de las empresas. Las empresas que se mueven en el entorno institucional se ven favorecidas por unos políticos que ponen el centro de sus prioridades en grandes obras de infraestructuras en el Sur-SO de la isla de Tenerife. Entre estas obras cabe destacar el Cierre del Anillo insular, la Regasificadora, la nueva terminal y 2ª pista del aeropuerto Tenerife-Sur, el Puerto Industrial de Granadilla, el Puerto de Fuensalia, el recién aprobado Tren del Sur. Posiblemente las grandes empresas tendrán en su “cartera de pedidos" a las administraciones, algunas más.
6.- Otra forma que tiene el capitalista de obtener altos beneficios es a través de la participación en lo público mediante las privatizaciones. Se privatizan sectores públicos, vía externalización de servicios, concertaciones y favoritismo o en su caso preponderancia de las empresas privadas frente a lo público.
7.- La existencia de la Reserva de Inversiones de Canarias (la RIC), fórmula por las que las rentas del capital no se ven obligadas a aportar a la hacienda pública gran parte del impuesto de sociedades, les va a permitir quedarse con esos beneficios y reinvertirlos en nuevos negocios, aunque fundamentalmente se ha invertido en el negocio inmobiliario y en la especulación del suelo en general. El sur ha sido una tierra de posibilidades para esta auténtica evasión fiscal legal establecida en el Régimen Económico Fiscal de Canarias (el REF). De hecho una de los objetivos de la RIC es facilitar la capitalización de las empresas.
Todas estas situaciones se complementan unas a otras favoreciendo la acumulación de capitales de forma concentrada en el sur de la isla, que viene favorecido por un plan premeditado y coordinado entre la propia patronal y los representantes políticos de los partidos del régimen. La mayoría de los partidos del arco parlamentario canario e insular son conocedores y cómplices necesarios de esta deplorable situación. Las cúpulas de las grandes centrales sindicales también, en algunos casos, son reflejo de situaciones que explican su pasividad y entreguismo, pero que obviamente no las justifican.
En ese contexto, el Sur no crece en servicios públicos de forma significativa. En relación a su población realmente existente, estos son insuficientes. A nivel educativo hasta no hace mucho tiempo en el Sur de Tenerife proliferaban los barracones escolares (todavía el IES Guaza es un prefabricado), esto es así porque la construcción de centros escolares va por detrás de la demanda. Las aulas siguen masificadas en muchos casos. En el ámbito sanitario se sigue imponiendo el complejo sanitario empresarial de Hospiten que gracias a los conciertos con la administración pública ha extendido a Latinoamérica sus negocios. La demanda de un hospital completo para el sur se aleja por las presiones de este negocio privado. Los demás servicios públicos sufren las mismas carencias.
Hacer esta relación de algunos de estos hechos no nos debe llevar a una simple contemplación de los mismos como meros espectadores, sino que debe servir para que desde el campo obrero y popular tomemos nota de esa realidad y actuemos en consecuencia, en el terreno social, sindical y político.
Otros debates se pueden desprender de aquí, como la extracción de capitales hacia los centros del sistema capitalista, el carácter subsidiario de la burguesía canaria y el carácter dependiente de la economía canaria y otros muchos, pero no eran en este caso el objeto de estas notas.
En todo caso, se podrían desprender de esta reflexión muchas tareas y objetivos a alcanzar Es en parte lo que se viene intentando en algunos casos en las luchas que se han dado en diferentes momentos. Nada nos dice que sean inalcanzables y que los posibles obstáculos sean insalvables. Todo depende de nuestra capacidad colectiva para actuar en cada caso, especialmente en el terreno de la lucha por nuestros derechos, en la defensa del territorio, en el derecho a un empleo digno y remunerado adecuadamente, etc. Unas tareas pueden abordarse a corto plazo y otras serán de alcance para diferentes momentos, e incluso para ser resueltas en un ámbito más amplio que este territorio insular. La cuestión es tomar conciencia de qué es lo que nos jugamos en cada caso, y organizarnos, desde el campo obrero y popular para irlo abordando. No se trata solo de analizar la realidad sino de transformarla colectivamente.