Albiol asegura que "cuánto más se sabe sobre el oscuro acuerdo comercial más rechazo genera".
{mosimage}Izquierda Unida ha solicitado a la Comisión Europea que impulse referendos sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) en todos los Estados de la Unión Europea (UE) para que los ciudadanos puedan posicionarse sobre el oscuro tratado comercial que Bruselas y Washington negocian con secretismo.
“Si la CE reconoce que el TTIP es un acuerdo comercial mixto, es decir, que incluye competencias europeas y competencias estatales, se estará abriendo la puerta a que se puedan celebrar referendos en los Estados y que así los ciudadanos y ciudadanas europeas puedan posicionarse al respecto”, ha dicho la portavoz de IU.
Albiol ha aclarado que, si bien la convocatoria y celebración de consultas ciudadanas es un asunto que le corresponde a los Estados, la CE puede facilitar el proceso con la declaración del TTIP como acuerdo mixto. Y desde su punto de vista, resulta “evidente” que un tratado que incluye “un mecanismo de resolución de controversias entre los Estados y las multinacionales como los tribunales de arbitraje [ISDS], o disposiciones sobre servicios públicos, es un Tratado que abarca competencias de los Estados”.
La eurodiputada se ha mostrado convencida de que si se convocaran esos referendos, “el TTIP no será aprobado” porque esto implicaría que “millones de personas para las que hasta ahora el TTIP estaba oculto, van a informarse, a conocer sus términos y consecuencias” y que, como se ha puesto de manifiesto en los últimos meses, el TTIP “es un acuerdo del que cuanto más se sabe más rechazo genera”.
“Hasta ahora han mantenido las negociaciones ocultas, han impedido el debate en la sociedad, no han informado, pero si se celebran referendos no tendrán más remedio que abrir un debate y los ciudadanos y ciudadanas sabrán que lo que tienen encima de la mesa es un tratado que sitúa a las multinacionales por encima de nuestros derechos”, ha insistido Albiol.
Para la portavoz de IU en Bruselas, el TTIP es un tratado que, en caso de aprobarse, “afectaría a la vida diaria de los europeos y europeas, afectaría a nuestro medio ambiente, a nuestras legislaciones, a los servicios públicos” y por ello, “no puede continuar escondido en un cajón”.