Javier Caso Iglesias. Analista Político
{mosimage}Opino que los análisis políticos no deben de ser ni pesimistas ni optimistas, simplemente ha de describir la realidad para abordarla adecuadamente. Considero que la situación actual es esperanzadora, pues pronto nos daremos cuenta que el proyecto Podemos no son solo unas banderolas, un discurso, un logo y unas siglas, sino un modelo determinado de relación entre las personas.
Allí donde la gente se ha puesto lo primero cualquier sigla arrasa, sea la de Ahora Madrid o la de Barcelona en Común. Cosa esta que no han conseguido las candidaturas de marca blanca de Podemos o de IU. El empoderamiento de la gente es lo primero, cuando esto ha ocurrido y se han olvidado banderolas, discursos, logos y siglas, siempre se gana.
A mi no me cabe ninguna duda de que el proyecto Podemos ha de ser desbordado por la realidad para ser puesto, de una forma más eficaz y eficiente al servicio de la gente.
Los datos indican que vamos hacia ahí: Resultados de Podemos en las elecciones autonómicas; Sorpasso de Podemos por verdaderas candidaturas de Unidad Popular; Reflejo en las encuestas de esta evidencia (30% respaldo electoral en Diciembre 2014 frente al 13% actual); Bajo índice de participación en las primarias. Todo estos son datos, ni pesimistas ni optimistas. Simplemente indican una tendencia clara para cualquier observador.
Por mi parte, como digo, la situación actual es esperanzadora; tengo esperanzas en que la gente desborde a la organización y volvamos a los orígenes que marcó el manifiesto Mover Ficha. Muchos amigos me llaman de Madrid y de Barcelona y me dicen entusiasmados que en sus barrios los concejales hacen reuniones periódicas con los vecinos. Y esto es algo generalizado, ocurre en todos los barrios de esas ciudades que han sido recuperados para la ciudadanía.
Manuela Carmena y Ada Colau se han dado cuenta que la actividad institucional no llega a nadie por mucho que se difunda a través de medios de comunicación o redes sociales y, además, aburre. Por eso han optado por sacar a sus concejales a la calle para sentirse cercanos y accesibles a la gente y uno más de ella. Esto es lo que muchos esperábamos de Podemos. Pero sus cargos institucionales se han vuelto bastante lejanos e inaccesibles, y no solo sus cargos institucionales, los propios miembros de los Consejos Ciudadanos parecen estar a años luz de distancia de la gente. La cercanía no se percibe. Mientras Manuela Carmena o Ada Colau las percibes como las vecinas del piso de al lado de tu vivienda, incluso no es difícil imaginárselas en bata y en zapatillas de andar por casa; a los responsables políticos e institucionales de Podemos se los percibe lejos, muy lejos e inaccesibles, blindados por un halo de superioridad altiva y como repitiéndonos a los ciudadanos la letra de esa canción de Serrat titulada Locos Bajitos: "Niño, deja ya de joder con la pelota. Niño, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca". Muy similar toda esta situación a la que también sentíamos con la dirigencia de IU o como quiera que se llame ahora.
Cuando digo que Podemos se va a desbordar lo digo con conocimiento de causa, pues percibo lo que la gente quiere. Quiere cercanía y no burocracia. Y la gente en Podemos, también los inscritos, perciben mucha burocracia y escasa cercanía a la gente. Salgamos pues a las calles, tomemos las calles como nos sugería Gabriel Celaya. ¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
Ese salir a la calle debe de significar programar reuniones en los barrios, en las plazas como había Podemos al principio de su andadura, salir pues de la sede social y también de la sede parlamentaria y poner lo importante, que es la cercanía con la gente, por delante de las urgentes agendas políticas e institucionales.
Son ideas que dejo a vuestro mejor criterio. Espero que por expresarlas no me pase como a Sócrates que también era incansable y persistente en la exposición de las suyas.