Roberto García González. Un ciudadano de a pie
{mosimage}Me pregunto todos los días si habrá vida más allá del euro. Personalmente creo que sí. También lo creen muchos economistas, inclusive algunos premios Nobel. Estos dicen que, si por ejemplo, Grecia sale del euro, tendrá algunos problemas los primeros meses, por ejemplo de inflación o de financiación, pero pasado este periodo de adaptación a su nueva moneda, las cosas se estabilizarán.
Digo esto porque no entiendo la postura de Zyriza y de su presidente, Alexis Tzipras, de querer permanecer dentro del euro a cualquier precio, aplicando recortes que le obliga a hacer la Troyka, los acreedores y el Fondo Monetario Internacional. El país lleva cinco años haciendo todo lo que le ordenan estas instituciones. Lo hacía cuando gobernaba Nueva Democracia (partido de derechas) o el Pasok (partido de izquierdas) y ahora que gobierna Zyriza le exigen que siga recortando sobre lo ya recortado. Todas estas medidas no han dado resultado y han llevado al país heleno a la ruina y, a la mayoría de sus ciudadanos, a la miseria, al hambre, al desempleo, en muchos casos a la pobreza extrema y a miles de ellos, al suicidio. Yo pregunto: ¿vale la pena seguir este sufrimiento por mantenerse dentro de un club para ricos llamado UE? Yo personalmente digo que no. Prefiero estar a pan y agua todos los días antes que perder mi dignidad, o la soberanía del país, y además de no tener la capacidad de decidir que tipo de política es mejor para el bien general.
En definitiva, la UE, que nació como la unión de los pueblos y de la solidaridad entre ellos, se ha convertido en la dictadura de los mercados, de Alemania y del FMI. Estos le aplican a los diferentes países (sobre todo a los del sur) sus recetas económicas neoliberales. Lo que está demostrado desde el comienzo de la crisis es que estas recetas han fracasado y no funcionan, han empobrecido no solo a Grecia, sino también a España, Portugal, Irlanda, Italia y hasta la misma Francia. También demuestra que el problema no es económico, sino ideológico. Han aprovechado esta crisis para empobrecer al 90% de los ciudadanos, mientras que el 10% restante cada día es más rico, ejemplo de esto es la precariedad laboral, los bajos salarios, la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, el copago sanitario, la privatización de la sanidad pública y la educación, los recortes en becas y la subida de las tasas universitarias etc., estas políticas son las mismas que se aplican en EE.UU, Alemania o Gran Bretaña.
Para entender mejor lo que estoy diciendo recomiendo leer el libro del escritor y activista inglés Owen Jones (Chavs, La Demonización De La Clase Obrera).