EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}“Si yo estuviera o estuviese en la piel de Pablo Iglesias estaría muy preocupado, terriblemente preocupado” Con estas palabras me comentaba su preocupación aquel asturiano, en la barra improvisada del Kiosco Bar el Puertito en el muelle de Santa Cruz de la Palma.
Con dos copas de buen vino blanco palmero y unos chopitos, nos dispusimos a salvar el mundo de las garras de los alemanes.
Manolo, que es el nombre del simpático asturiano, y yo que al igual que millones de españoles que entusiasmados con el movimiento 15M y cansados del bipartidismo asqueroso con el que nos dominaban ahora si, ahora no PP/Psoe, decidimos dar un paso adelante y seguir apoyando ese clamor social que pedía cambios importantes en la política española.
La corrupción de los políticos y la desfachatez en la manera de gobernar de Rajoy había llegado a tal grado que temblábamos pensando en lo que nos esperaba cada viernes después de cada Consejo de Ministros cuando aparecía la cara de la niña del exorcista, Soraya Sáenz de Santamaría infamándonos de las cabronadas pensadas todas ellas para hundir en la miseria a millones de españoles.
Nada de broma, las empresas caían y caen con efecto dominó, precisamente eso le sucedió a Manolo que tuvo que cerrar su pequeño taller de informática en Oviedo y salir, más o menos con lo puesto, huyendo de su tierra natal para venir a refugiarse en la isla bonita donde por suerte ha vuelto a conseguir trabajo en su propia profesión.
Manolo, que ha sido un estudioso del tema de la Unión Europea, sabía que la crisis no era “pasajera” que había algo detrás de ella que le hacía singular, la sufrían con toda rotundidad los países más débiles de la Unión, o sea Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia.
-Para empezar es un buen bocado para Alemania ¿no te parece?
Le contesté que si, que era buen bocado pero solo eso un bocado nada más, que Alemania no se iba a conformar con dar “bocaditos” que aun no había llegado el “banquete final”
Coincidimos en que la puesta en escena de Syrisa en Grecia con una fuerza increíble y unos resultados apoteósicos, era la verdadera línea roja que se enfrentaría a la invasión alemana, que unidos a sus socios de Podemos en España el refuerzo era importante, sin contar con las simpatías que provocaban en la mayoría de los pueblos y habitantes de esta vieja Europa. Y Tsipras cogió su fúsil y de lugarteniente a un kamikaze llamado Yanís Varoufakis se lanzaron a defender la soberanía del pueblo griego frente a la invasión parasitaria de la troika . Ellos dos, más los 11 millones de griegos decidieron plantar batalla a la barbarie de propuestas que impuestas por la Sra. Merkel, en adelante Heil Merkel, trataban de someter aun más al pueblo heleno.
Mientras esto sucedía en los frentes de Atenas y Bruselas, en España el sucedáneo de Syrisa y de Tsipras, o sea Podemos y Pablo Iglesias se frotaba las manos ante la batalla final. La explosión de alegría de buena parte de europeos de Portugal, España, Italia, Irlanda, Francia, Inglaterra, se notó al otro lado de la orilla del Atlantico donde Obama advirtió a su socia Heil Merkel del peligro de una sublevación en sus territorios aplico el reglamento con todas sus consecuencias.
-Entonces fue cuando…(dijo Manolo, esperando que terminara yo la frase)
– Cuando Heil Merkel, utilizando toda su fuerza y los poderes conferidos por su pueblo, apretó los cojones de los 11 millones de griegos y les impuso el “corralito”, fue tanta la presión que lo primero que impuso y pidió para seguir abriendo el grifo del dinero no más que la cabeza de Yanis Varoufakis en bandeja.
A todas estás los 11 millones de griegos estaban dispuestos a morir como espartanos al grito de Tsipras el griego, no dudarían de darlo todo.
Habian dicho NO a Europa y un cheque en blanco a su líder para que hiciera con él lo que quisiera menos claudicar.
Manolo asentía con la cabeza mis palabras, como si de su boca salieran. Estaba de acuerdo con que el final de esta historia.
A Tsipras le dijeron “o claudicas y te rindes o a partir de mañana te rendimos nosotros…”
Tsipras ha dudado de la fuerza de aguante de su pueblo, de un pueblo que cuando sigue a su líder, cuando se siente invadido, cuando lo tiene todo perdido prefiere cambiar de rumbo, decir adiós a una Europa clasista dominada por Alemania, oprimida por la bota del IV Reich.
Aquellos que excusan al cobardía de Tsipras cortando la cabeza de Varoufakis y ofreciéndosela en bandeja a Heil Merkel y culpan a los medios de comunicación de la ofensiva mediática contra Syrisa y el gobierno griego, aquellos que tratan de culpar a los bancos del corralito y las míseras condiciones que imponen a los griegos se olvidan que tantos unos como otros actúan al igual que lo hicieron la wehrmacht, las SS, con sus divisiones panzer o sus checas modernas, radio, prensa o tv.
El globo sonda de Syrisa se desmorona, se desinfla. Tsipras traicionando al pueblo, haciendo lo mismo que hizo Rajoy en la campaña electoral, o sea mintiendo con promesas que ha incumplido ha quedado delante de propios y extraños ni más ni menos que como un cobarde indigno de llamarse griego: Tsipras es un traidor a su pueblo y como tal deberá ser juzgado.
El globo sonda de Podemos parece que va por el mismo camino que el de Syrisa y donde anteayer era un apoyo total a la salida de Grecia del Euro, hoy apoyan que se hayan rendido a las exigencias de Heil Merkel y se proclame “la paz”
Pero para nada se ha erradicado el problema, para nada porque el problema se ha convertido en todo un látigo en las espaldas de esos 11 millones de griegos que estarán sometidos, apaleados, empobrecidos, su población empequeñecerá de una forma tal que en menos de una década perderá más de un 15%. El nivel de pobreza llegará a rozar el 60% y el paro aumentará, los trabajadores con sueldos de miseria se sentirán esclavizados, los presupuestos para sanidad y educación así como las pensiones sufrirán tal tipo de recortes que someterán a una “eutanasia económica” a todo aquel que supere los 75 años. Los alemanes no quieren tarados ni viejos improductivos.
Si Syrisa es Podemos o Podemos es el homologo de Syrisa en España, habrá que ir pensando que con Pablo Iglesias y sus boys no ganaremos la guerra. La pena es pensar que no tenemos nada donde elegir y lo mejor será o emigrar, o someterse a Heil Merkel.
Nos faltan líderes y nos sobran trepas poltroneros.