Las duras reformas pactadas para un tercer rescate han sido aceptadas por 229 votos a favor, 64 en contra y 6 abstenciones
{mosimage}El Parlamento de Grecia aprobó la noche del miércoles con amplia mayoría, y pese a las disidencias en Syriza, el primer paquete de reformas acordado con los acreedores que servirá para iniciar las negociaciones sobre el tercer rescate.
Entre los que secundaron el voto negativo, estuvo Yanis Varoufakis, quien hasta hace diez días era ministro de Finanzas, el ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, y tres ministros adjuntos, el de Seguridad Social, Dimitris Stratulis, el de Defensa, Kostas Ísijos y la segunda de Finanzas, Nadia Valavani, que dimitió este miércoles de su cargo.
En medio de especulaciones de que los cargos del Ejecutivo que votaron en contra podrían perder sus cargos en un cambio de gabinete, posiblemente el jueves, Lafazanis dijo que sigue siendo leal al Gobierno, pero que estaba listo para ofrecer su renuncia, sumándose al viceministro de Finanzas Nadia Valavani, quien dejó su puesto más temprano el miércoles.
En su intervención, previa a la votación el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llamó a la unidad de su grupo parlamentario. "Yo no haría un favor a nuestros rivales para convertirse en un pequeño paréntesis en el tiempo", dijo Tsipras en alusión a declaraciones del conservador Nueva Democracia, que dijo que el Gobierno izquierdista sería un paréntesis en la historia.
Afirmó Tsipras que tenía tres opciones en la negociación con los socios, aceptar el acuerdo actual, una quiebra desordenada del país o su salida de la eurozona. "Las opciones específicas que tenía frente a mí eran: uno, aceptar un acuerdo con el que estoy en desacuerdo; la segunda, la quiebra desordenada, y teníamos una tercera opción, el 'grexit' (salida de Grecia del euro) consensuado de Schäuble", dijo Tsipras en el Parlamento.
Tsipras recalcó que será el "último" en eludir sus "responsabilidades" y también "el último que facilitará la caída de un Gobierno de izquierdas". Destacó además que no cree en el acuerdo firmado este lunes en el Consejo Europeo, pero aseguró que el Gobierno se ve "obligado a ponerlo en práctica".
A cambio de hasta 86.000 millones de euros en financiación, Grecia ha aceptado reformas que incluyen unos significativos ajustes a las pensiones, alzas al impuesto al valor añadido, una revisión de su sistema de negociación colectiva, medidas para liberalizar su economía y aplicar límites ajustados al gasto público.
También accedió a apartar 50.000 millones de euros en activos públicos en un fondo especial de privatizaciones para que sirvan como colateral del acuerdo.
Las medidas fueron tildadas de un "genocidio social" por la presidenta del Parlamento, Zoe Constantopoulou, una de los 32 legisladores del Syriza que se opusieron al paquete, y hubo violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía afuera del legislativo, mientras se realizaba el debate antes de la votación.
Ahora que se logró la aprobación del Parlamento griego, se despejó el camino para que otros parlamentos nacionales aprueben el inicio de las negociaciones sobre un rescate y la liberación de los fondos para permitir que los bancos griegos vuelvan a abrir, después de más de dos semanas desde que se impusieron controles de capital para evitar que colapsaran.
Los ministros de Finanzas de la zona euro deben sostener una conferencia telefónica el jueves a las 10.00 del jueves para discutir la votación.
Los funcionarios europeos se apresuraban a alcanzar un acuerdo de financiación temporal que permita a Atenas evitar una suspensión de pagos por 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo el 20 de julio.