Más de 230 personas lucharán contra el fuego en Gran Canaria, uno de los enclaves europeos más complejos para la extinción forestal
{mosimage}{mosimage}Audio de las declaraciones
SB-Noticias.- La Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Cabildo de Gran Canaria ha intensificado sus labores porque en lo que va de año ya se han superado los fuegos registrados en 2014, lo que indica una clara intencionalidad, si bien dado su alto grado de eficacia, confía en que sus pesquisas den fruto lo antes posible.
Solo en las dos últimas semanas han ardido 5 hectáreas en San Lorenzo, 18 en Juncalillo, 16 en Cazadores y 21 en Santa Lucía, un incendio especialmente grave por la alta peligrosidad que presentaba tanto por las condiciones meteorológicas, como por la localización y orografía, lo que requirió una actuación rápida y muy intensa de los especialistas en extinciones forestales del Cabildo de Gran Canaria, institución competente de la dirección y extinción.
En este caso, los analistas de Incendios Forestales de la Consejería de Medio Ambiente explican que las llamas pudieron ser frenadas a cinco metros del caserío y palmeral de la Sorrueda, de haberlo alcanzado las proporciones del incendio habrían sido mucho mayores con potencial para llegar a la categoría de gran incendio (más de 500 hectáreas), pues el fuego hubiera caminado barranco arriba hacia el pueblo y barranco abajo hacia otras poblaciones.
Los especialistas en fuegos forestales de la Consejería de Medio Ambiente, integrados por las unidades presa, cuerpo de élite que es helitransportado a la cabeza del incendio para luchar a pie de llama, y por las unidades bravo, expertos que se trasladan por tierra a la cola del fuego, están preparados para salir hacia la incidencia de manera inmediata y reconocen que muchos fuegos no van a más porque los voluntarios de Protección Civil, situados en cada municipio, logran apagarlos antes de que supere los pocos metros cuadrados, una labor que consideran que hay que reconocer.
Para ello, estos voluntarios han sido formados por los especialistas del Cabildo de Gran Canaria y solo el año pasado extinguieron unos 40 fuegos que de esta manera no fueron a más, lo que se suma a su importante labor de logística y apoyo.
Entre tanto, ante una alerta, los helitransportados llegan al lugar en cuestión de minutos y a partir de esa envergadura, son los especialistas presa y bravo los que tienen la formación y el equipamiento necesario para luchar contra las llamas, unos por la cabeza y otros por la cola, si bien su labor suele pasar desapercibida para la población porque entran y salen por el aire y por zonas inaccesibles para el resto de los efectivos.
Cuentan para sus labores con el apoyo del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana, cuya especialidad son los incendios urbanos e industriales, así como con el resto de cuerpos de seguridad y emergencias, como Guardia Civil, Policía Local o Nacional, coordinados desde el Centro de Coordinación Operativa Insular (CECOPIN) de Gran Canaria.
La investigación
También es responsabilidad del Cabildo de Gran Canaria emprender desde el momento de la declaración del fuego la investigación para desvelar la causa del incendio, normalmente por negligencias, salvo este año en el que la cantidad apunta ya a una clara intencionalidad, máxime cuando se producen de noche.
El Cabildo advierte de que los investigadores tienen un alto grado de eficacia y los culpables serán cogidos tarde o temprano y es que la Brigada de Investigación está integrada por seis agentes altamente cualificados, entre ellos geógrafos e ingenieros, aparte de licenciados en derecho, que trabajan con evidencias físicas y la huella que siempre dejan los incendios, a lo que se suman multitud de medios y pesquisas para concluir con la causa del fuego y, sobre todo, dar con el causante de poner en riesgo tantas vidas.
Una vez acotado el cerco, todo ello se pone en conocimiento de los Juzgados y la Guardia Civil realiza las detenciones oportunas.
Por todo ello, la Unidad Operativa de Fuegos Forestales (UOFF) de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, integrada por más de 230 personas, está en situación de máxima alerta y dispuesta para acudir a las alertas de manera inmediata y actuar con la contundencia que merecen estos hechos.
Colaboración ciudadana y de los medios de comunicación
Asimismo es importante la colaboración ciudadana en dos vertientes, por un lado poniendo en conocimiento de las autoridades cualquier actitud negligente o sospecha de la intencionalidad o posible causante de un fuego.
Por otro, es importantísimo extremar las precauciones, evitar las negligencias propias (barbacoas, quemas de rastrojos y trabajos con maquinarias, entre otras) y limpiar el perímetro de las viviendas rurales para que en caso de incendio haya opción de salvarla, ya que cuando está colapsada de matorrales, hojas o árboles próximos no se puede ni tan siquiera intentar salvar. La cultura de la prevención es fundamental.
Por su parte, los medios de comunicación son igualmente fundamentales, en un primer momento transmitiendo la alerta de que hay fuego en determinado lugar para que la población extreme las precauciones y en segundo lugar transmitiendo la información que genere el incendio en el momento que la traslade la fuente competente y no recurrir a otras fuentes que no manejan la información de primera mano e incurrir por ello en imprecisiones y confusiones que pueden tener consecuencias negativas para la población, lo que incluso está penado por ley.
Las Palmas de Gran Canaria, 15 de julio de 2015.- Gran Canaria cuenta con un cuerpo de extinción de fuegos forestales considerado de élite a nivel nacional e internacional, encargado incluso de formar a los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), no en vano la isla es uno de los enclaves europeos más complejos de defender por su orografía y la dispersión de su población, según afirmó hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quien resaltó la alta profesionalidad del operativo, integrado por 233 personas.
La institución insular tiene la competencia de la dirección y extinción de fuegos Nivel 0 (solo forestales) y 1 (forestales con riesgo de personas y viviendas) y para ello la Unidad Operativa de Fuegos Forestales (UOFF) cuenta con cuatro bases en la isla: Llanos de la Pez, Artenara, Tunte y en Tafira, donde también está el Centro de Coordinación Operativa (Cecopin), desde donde se coordinan los operativos y se establecen los gabinetes de crisis en los casos más graves, agregó.
El UOFF está integrado todo el año por 130 personas a las que se suman un centenar para la campaña contraincendios, cuya fase de alto riesgo se extiende del 1 de julio al 30 de septiembre, explicó el consejero de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo grancanario, Juan Manuel Brito.
El colectivo está formado por seis unidades PRESA, que son transportados en helicóptero hasta la cabeza del fuego, la parte más peligrosa, para frenar su avance a pie de llama, mientras casi un centenar de miembros BRAVO se suman por tierra a la cola y flancos traseros. Más de una quincena de agentes, mandos intermedios y policías forestales, además de la Brigada de Investigación de Fuegos Forestales, formada por ingenieros, geógrafos y licenciados en derecho con un alto grado de eficacia, conforman forman parte del operativo, detalló.
La unidad de logística, encargada del abastecimiento de pilas, agua y alimentos, y más de una treintena de vigilantes en torres distribuidas por el territorio insular y una unidad de vigilancia móvil, así como conductores de camiones, autobombas y nodrizas, junto a los directores de extinción, técnicos helitransportados, ingeniero analista y jefe de servicio, completan el equipo, detalló el consejero.
El jefe de Servicio Técnico de Medio Ambiente, Luis Fernando Arencibia, explicó que solo en las dos últimas semanas han ardido 5 hectáreas en San Lorenzo, 18 en Juncalillo, 16 en Cazadores y 21 en Santa Lucía, un incendio especialmente grave por la alta peligrosidad que presentaba tanto por las condiciones meteorológicas, como por la localización y orografía, lo que requirió una actuación rápida y muy intensa del personal del Cabildo de Gran Canaria.
En los últimos quince años se han contabilizado en la isla 842 incendios y ha ardido una superficie de 23.47 hectáreas, 19.000 de ellas en el incendio de 2007, el mayor de la historia del archipiélago.
Este año los equipos están especialmente alerta por el repunte de incendios registrado, con más fuegos en seis meses que todo el año pasado, pero, en cualquier caso, están preparados para salir de manera inmediata ante cualquier alerta, si bien la labor de estos especialistas pasa desapercibida para la población porque entran y salen por el aire y por zonas inaccesibles para el resto de los efectivos, explicó.
Colaboración ciudadana
Asimismo, es importante la colaboración ciudadana en dos vertientes, por un lado poniendo en conocimiento de las autoridades cualquier actitud negligente, sospecha de la intencionalidad o posible causante de un fuego y, por otro, es importantísimo extremar las precauciones y dejar de considerar sus negligencias como pequeñas desobediencias sin importancia porque las consecuencias adquieren enormes dimensiones en cuestión de segundos, explicó el ingeniero analista de Incendios Forestales del Cabildo, Federico Grillo, encargado de diseñar la estrategia a seguir en cada momento durante los incendios.
La población debe evitar barbacoas y quemar rastrojos, pero también trabajar con maquinarias como soldadoras y radiales y, sobre todo, debe limpiar el perímetro de sus viviendas rurales si quiere tener una oportunidad de ser defendida por los presa y bravo, ya que en caso de viviendas colapsadas de matorrales y vegetación no lo pueden intentar porque “no hay rescatadores para los rescatadores”, recuerda.
Es importante además seguir las indicaciones de los coordinadores de los incendios, no olvidar que dos tercios de los incidentes se producen por enfrentarse al fuego y huir en el último momento y desterrar la idea de que la evacuación es siempre la mejor solución, pues los accidentes más graves se producen durante este proceso, en multitud de ocasiones es mucho mejor el confinamiento porque aunque no lo parezca, la vivienda ya está asegurada.
Asimismo, el analista tiene capacidad para proyectar el comportamiento del fuego a varios días vista, lo que permite alertar a la población de su posible evacuación con antelación y en ese caso tienen tiempo para preparar la vivienda para que resista el fuego (quitar cortinas, recoger todos los enseres inflamables, cerrar bien puertas y ventanas…).
Sin rescatadores para los rescatadores
Precisamente la limitación de los recursos humanos para luchar en determinadas circunstancias en las que se arriesgan a perecer sin opción, como llamas de más de tres metros, es otra de las razones por los que la ciudadanía debe colaborar antes con la prevención y durante con la obediencia en los incendios.
Y para defender sus viviendas en circunstancias muy adversas o frentes virulentos, la Unidad ha incorporado entre sus equipos aspersores contraincendios únicos en España, tienen dos metros de altura y lanzan hasta 400 litros por minuto a un radio de treinta metros frente a una manguera doméstica que apenas tiene un caudal de 15 litros por minuto.
Pero la Unidad de Gran Canaria es puntera en diversos aspectos más, no solo en sus equipos materiales, o en el uso por primera vez en la España del banco de arena para entrenar a los mandos intermedios en la gestión de incendios, sino en técnicas peligrosas y muy efectivas como combatir el fuego con fuego, algo en lo que están muy entrenados en la isla.
Por otra parte, consideran que hay multitud de conceptos que la ciudadanía y los medios de comunicación, que cumplen un papel esencial de servicio público, recogido incluso por ley, tanto a la hora de informar como a la hora de limitarse a la información oficial por el bien de la población, no conocen con precisión:
Conato: menos de una hectárea
Incendio: Más de una hectárea
Nivel 0: Fuego solo forestal, responsabilidad del Cabildo de Gran Canaria
Nivel 1: Fuego forestal que implica mayor o menor riesgo para bienes y población, la dirección del plan de actuación corresponde al presidente del Cabildo de Gran Canaria y la coordinación al CECOPIN.
Nivel 2: Por su sus especiales características se eleva de nivel y es competencia de la dirección pasa al presidente del Gobierno canario y el órgano de coordinación el CECOES.
Medios humanos en un incendio:
Grupos de Extinción:
Tipo 1: Altísimamente especializados, son los presa, un cuerpo de élite que se traslada a la cabeza del incendio en helicóptero para luchar contra el fuego a pie de llama en su parte más peligrosa porque es donde se sitúa el avance.
Estos especialistas son, junto a los de Cataluña, los más cualificados de España y son los requeridos para atender los incendios más duros. Los presa de Gran Canaria son asimismo los encargados de formar a los miembros de la UME.
Tipo 2: Son los especialistas en extinción de fuegos forestales que trabajan en la cola del incendio y los flancos para rodear el anillo y acotarlo dentro, se trasladan por tierra.
Tipo 3: Son todos los medios no especializados en lucha contra incendios forestales, también denominados multiemergencias, que apoyan las labores de extinción de los presa y bravo, son Protección Civil y los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana, su especialización son los fuegos urbanos e industriales.
Grupo de seguridad: Policía Local, Nacional, autonómica y Guardia Civil.
Grupo de logística: Voluntarios de Protección Civil y personal de Medio Ambiente, que suministran agua y comida a las unidades, campamentos y tdo lo que necesiten para proseguir con su trabajo de extinción.
Grupo sanitario: Servicio de Urgencias Canario (SUC) y Cruz Roja
Fases de control y extinción
Estabilizado: Existen llamas, el perímetro permanece activo, pero se ha acotado la zona se prevé que el fuego pare en esos límites.
Controlados: El fuego se para en el cerco previsto y deja de avanzar, el anillo está acotado y comienzan las labores de extinción.
Esta fase se puede prolongar horas o días según las dimensiones del incendio, la orografía y la vegetación o combustible que alimenta las llamas. Los medios de apoyo y voluntarios se retiran y solo quedan los presa y bravo removiendo y picando en un entorno inhóspito y de alta temperatura hasta acabar con el fuego.
Extinguido: Humo cero.