Denuncia que el acuerdo con Bruselas supone "la rendición de Grecia" y condena a su país a ser "el vasallo de Europa"
{mosimage}Poco más de 24 horas después del acuerdo entre los líderes de la Eurozona y Grecia para llevar a cabo un tercer rescate, el exministro de Finanzas griego, Yannis Varoufakis, ha escrito en su blog personal, lo que él mismo ha definido como "primeras impresiones".
En un adelanto de lo que puede ser una rebelión interna de proporciones históricas en el partido de Gobierno, Syriza, Varoufakis asegura, tajante, que "nunca antes la Unión Europea tomó una decisión que socava de manera fundamental el proyecto de integración europea". Para el exministro de Tsipras, el acuerdo entre Bruselas y Atenas es "un nuevo Tratado de Versalles" (firmado en 1919 por los países que ganaron la I Guerra Mundial y que supuso una humillación para Alemania, perdedora de aquel conflicto).
Varoufakis se queja del trato dispensado a Tsipras y al Gobierno griego por parte de los líderes europeos y cita al economista Paul Krugman, premio Nobel, para reforzar su argumento de que Angela Merkel y compañía han asestado "un golpe decisivo contra el proyecto europeo". "Paul Krugman dice con razón que, independientemente de lo que uno pueda pensar de Syriza o de Grecia, no son los griegos ni Syriza los que han matado el sueño de una sociedad democrática y de un Europa unida".
En opinión de Varoufakis, la cumbre de la Eurozona supone "la rendición de Grecia" y condena a su país a ser "el vasallo de Europa". Piensa el aún colaborador de Tsipras que la declaración final de la Cumbre "no tiene nada que ver con la economía, ni con ninguna preocupación por las reformas capaces de levantar a Grecia. Es pura y simplemente una manifestación de la política de la humillación". Varoufakis incluso va más lejos y afirma: "Las demandas del Eurogrupo son contrarias a la decencia y a la razón".
A lo largo del texto, el exministro de Finanzas también lamenta "la pérdida de soberanía nacional de Grecia" y advierte de que esa circunstancia es peligrosa y que "incluso aquellos a los que no les importa un comino Grecia deberían tener cuidado".
En cualquier caso, lo relevante para Varoufakis durante el debate en el Parlamento griego no es qué diputados de Syriza votarán en contra del reciente acuerdo o si él mismo lo hará, sino si ese acuerdo permitirá la recuperación de la economía griega. "Esa es la pregunta crucial, aunque lo que más me preocupa es que incluso con una rendición total por nuestra parte vamos inevitablemente a la profundización de una crisis sin final".
Varoufakis termina su post con una comparación que a buen seguro que en Bruselas no gustará nada: "La reciente Cumbre del Euro es nada menos que la culminación de un golpe de Estado. En 1967 las potencias extranjeras usaron tanque para acabar con la democracia griega. En una reciente entrevista ya dije que ahora, en 2015, otro golpe de Estado ha tenido lugar en Grecia, pero en esta ocasión las potencias extranjeras han utilizado a los bancos griegos en lugar de tanques. Tal vez la principal diferencia económica es que, mientras que en 1967 la propiedad pública de Grecia no fue atacada, en 2015 los poderes detrás del golpe de Estado exigen la entrega de todos los bienes públicos que le quedan al país, y puestos al servicio de nuestra impagable deuda"