Unas 6.500 piezas, de siete toneladas cada una, ya se están acopiando en la zona de las obras para conformar la protección exterior de la escollera
{mosimage}SB-Noticias.- El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, junto al director de la Autoridad Portuaria, José Rafael Díaz y el sexto teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras, José Alberto Díaz Estébanez, visitaron esta mañana las obras de construcción de dique semisumergido en el pueblo de San Andrés.
El primer edil se congratuló por el avance de los trabajos, “si todo va bien y observando el buen ritmo que llevan las obras, el próximo mes de octubre podría estar terminado este dique semisumergido por el que se ha luchado tanto, y tengo que aprovechar la ocasión para agradecer el paso adelante que ha dado la Autoridad Portuaria en este proyecto”.
Respecto al futuro del nuevo espacio litoral que esta obra ha generado frente a la costa del pueblo costero, José Manuel Bermúdez insistió en la necesidad de esperar al final de la construcción del dique para tomar decisiones. “Lógicamente va a ser muy importante la opinión de los vecinos de San Andrés, pero ahora mismo no sabemos si cabría la posibilidad de apostar por una pequeña playa o habría que intentar generar un espacio de solarium y zona de baño”, manifestó el alcalde.
Finalmente, el alcalde no ocultó su satisfacción debido a que “estos momentos se están acometiendo dos obras esenciales para el futuro y la seguridad de San Andrés, por un lado la construcción del dique de protección y al mismo tiempo los trabajos que se realizan para el encauzamiento definitivo del barranco de El Cercado”.
Por su parte, el director de la Autoridad Portuaria, José Rafael Díaz ofreció una explicación técnica de la ejecución de las obras que se están acometiendo y su previsible evolución futura. “A partir de ahora el objetivo es proteger y consolidar la cara exterior del dique para que los embates del mar no afecten a todo lo que ya se ha construido, para ello se colocarán uno a uno, los 6.500 bloques de hormigón, de siete toneladas de peso cada uno en esa zona”, detalló Díaz.
En esas labores de instalación de los bloques trabaja una grúa de grandes dimensiones, traída en este caso desde la isla de La Palma, y que utiliza tecnología de posicionamiento para ubicar con exactitud cada estructura de hormigón. Según la explicación técnica, cuando se culminen los trabajos se abrirá una bocana en el espacio que ocupa ahora el contradique “para permitir el flujo adecuado de las corrientes en la zona, bocana que tendrá unos 57 metros de apertura”, señaló Díaz.