EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}{mosimage}Audio de las declaraciones
Que nadie piense que soy un maldito e hijo de puta homófobo, todo lo contrario. Apoyo cualquier condición del ser humano desde la perspectiva sexual, con excepción a las desviaciones viciosas como la pederastia, zoofilia, etc.
Con esta lamentable situación es urgente promover medidas legales para cambiar la situación de aquellas personas que por el simple hecho de su condición sexual se ven marginadas en su sociedad. La problemática que nos dice Amnistía Internacional se ve agravada en países tan poderosos como China o Rusia, donde existen grupos anti homosexuales que actúan de manera impune en contra de esas personas que no tiene más culpa que ellos mismos en su sexualidad. Ser homosexual no es otra cosa que una condición de la sexualidad intima de cada individuo, ni más ni menos, algo tan natural como puedes ser vegetariano o lo contrario, ser homosexual vale lo mismo como ser heterosexual ni más ni menos, y desde el punto de vista de la naturalidad de condiciones humanas es desde donde se puede hacer desaparecer la homofobia. La naturalidad con esa postura, condición no orientación, el ser maricón no depende de orientaciones ni de cursos de adaptación, se es y punto, es la solución a todos esos problemas que hemos relatado anteriormente. Para nada hubieran sido necesarios los “armarios” las “trastiendas” los fingimientos y las bodas absurdas entre personas de distinta inclinación sexual. Cuanto sufrimiento por un motivo tan banal como tu propia condición sexual, es de lo más estúpido pensar en tanta muerte, tanta amargura y perdida de amor solo por no saber aceptar que no todos somos unos “machistas rompe coños” y que hay otros hombres y mujeres, no menos hombres y mujeres que los otros, que se inclinan por amarse entre personas de su mismo género.
Dicho esto quiero reprochar con toda rotundidad la festividad del “Día del Orgullo Gay”, no se puede tener orgullo de una cosa tan normal como lo es el sexo que tu deseas practicar, entre otras cosas porque con esos actos no reivindicas lo normal, al contrario te evidencias como algo “anormal” que necesita demostrar que efectivamente son “anormales”. Porque anormal es celebrar con carrozas y chorros con el culo al aire un orgullo que en ese tipo de eventos, la mayor parte de las veces evidencia una mala educación y un mal gusto generalizado del que estoy completamente seguro no están de acuerdo la mayoría de los homosexuales, que lo único que desean es que la sociedad les trate sin tener en cuenta su sexualidad.
El Día del orgullo gay no es otra cosa más que un esperpento que han querido rentabilizar todos los partidos políticos dando subvenciones de dinero público, dinero público que estaría mejor utilizado en las escuelas, en los institutos dando charlas y conferencias, con psicólogos, sexólogos, sociólogos sobre la conducta sexual del ser humano. Para festejos y desnudos cachondos ya tenemos los carnavales, seamos serios señores y señores y dejémonos de “mariconadas”.