{mosimage}Público.- La primera alcaldesa que tendrá Barcelona ha emprendido ya los contactos con las tres formaciones de izquierda que tendrán que darle apoyo durante su gestión: ERC, la CUP y el PSC. En cambio, Ada Colau ha descartado de entrada cualquier pacto de gobierno municipal con Convergència i Unió, Ciudadanos o el Partido Popular, subrayando que las diferencias con esos partidos son insalvables porque corresponden a "otra forma de hacer política y a otro modelo de ciudad, frente a la ciudad injusta y de fomento de la precariedad que nos han impuesto".
En su primera rueda de prensa tras su victoria electoral, Colau ha agradecido las felicitaciones que le ha transmitido el alcalde saliente Xavier Trias, de CiU, pero a continuación le ha advertido severamente contra "la firma de contratos de último minuto que comprometan los presupuestos de la ciudad para los próximos años". Según la ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), se están celebrando contactos de último momento con grandes empresas para firmar esos contratos y adjudicaciones antes del traspaso de poderes.
Precisamente, la revisión de los contratos actuales del Ayuntamiento de Barcelona con grandes empresas y multinacionales proveedoras de servicios públicos van a ser revisados por el nuevo equipo de Colau, tal como ha reiterado ella misma en esta comparecencia.
"Convocaremos públicamente, y con plena transparencia, a esas multinacionales que proveen los servicios públicos de la ciudad porque estamos en una situación de emergencia y de vulneración de derechos", ha subrayado la futura alcaldesa.
En cuanto a los resultados, Ada Colau ha destacado que el triunfo de Barcelona en Comú se debe a la “especial movilización de los barrios” en los que la gente “lo está pasando peor. Se ha referido, en concreto, a los seis distritos en los que han conseguido posición de primera fuerza. En los otros cuatro han quedado en segundo lugar. En cualquier caso, Colau ha reiterado su voluntad de ser alcaldesa de los 73 barrios de la capital y de gobernar para toda la ciudadanía.
La alcaldable por Barcelona en Comú, Ada Colau, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la que ha anunciado que dará prioridad a acuerdos con el PSC, ERC y la CUP. EFE/Toni Albir
La próxima alcaldesa de Barcelona ha dedicado además buena parte de su primera intervención ante la prensa tras las elecciones a señalar que los resultados son esperanzadores para su ciudad, pero también para otros muchos municipios, en los que las “fuerzas del cambio” han tenido también buenos resultados. Se ha referido en concreto al comportamiento de los electores en ciudades como A Coruña, Madrid o València. En este sentido, Colau ha subrayado la voluntad de su equipo de trabajar en red con otras experiencias municipalistas.
También ha contestado duramente a los que le preguntaban por la posibilidad de que la fragmentación política en el Consistorio lleve a una etapa de "inestabilidad y caos": "Lo que más inestabilidad y caos ha causado en nuestro país, en nuestra ciudad, ha sido la corrupción, la falta de transparencia de las autoridades y la pobreza energética que ha padecido mucha gente. Igual que la insostenible situación de que España es el país con más desahucios y con más pisos vacíos de toda Europa".
Por eso, afirmó Colau, "se crearon candidaturas ciudadanas, como la de Barcelona en Comú, para poner fin a esa situación insostenible, que es la que verdaderamente suponía un riesgo de inestabilidad y de caos. Nosotros vamos a garantizar los derechos básicos, cuestiones de mínimos, precisamente para garantizar la estabilidad en el ámbito de la ciudadanía".
En cuanto al proceso soberanista catalán, la próxima alcaldesa ha subrayado que "Barcelona está comprometida con el derecho a decidir y es, con mucho orgullo, la capital de Catalunya", recordando que en su movimiento ciudadano confluyeron personas de diversas tendencias, "desde federalistas a independentistas, incluidos los que no buscan la independencia. Pero en Barcelona en Comú hemos estado siempre todos unidos en la necesidad de crear un nuevo modelo de ciudad y en el respeto al derecho a decidir de los catalanes".