Juan Antonio Ojeda Muñoz. Valsequillo
Día tras días tenemos que soportar afirmaciones categóricas del máximo representante público del municipio, dícese el alcalde, D. Francisco Atta Pérez. De todos es conocido su escaso interés y poca sensibilidad por el turismo, sea de acá o de allende los mares. De hecho, durante muchos años, este sector estaba en el más absoluto abandono, porque según expresaban “para cuatro alemanes que vienen” no merecía la pena dedicar tiempo y dinero a ello.
Durante esta legislatura el abandono ha sido total y absoluto por parte de Asba. Lo más que se han dedicado es a destruir las señas de identidad establecidas para que no se reconociese el trabajo anterior. La oficina de turismo ha estado mucho tiempo en precario, echaron al informador turístico que demostró su valía e hizo un trabajo de promoción importante, se mantuvo cerrada durante mucho tiempo sin tener continuidad en cuanto a la atención a los usuarios. El estado de los caminos y senderos es lamentable y solo han ejecutado la creación de la ruta 10 mejorando tramos que no superan un kilómetro de longitud, pero que en absoluto suponen una intervención global sobre el resto. Queda muy bien que el Sr Atta se haga la foto junto a un poste señalizador, pero ello en absoluto es indicativo de haber realizado un trabajo de conservación a conciencia.
Durante estos cuatro años he recorrido las rutas existentes y señalizadas y el abandono es total y absoluto. Mi sorpresa es cuando leo en un comunicado institucional donde el primer edil afirma que: “Valsequillo, en los últimos años, se está convirtiendo en un municipio puntero en cuanto a deportes en la naturaleza, prueba de ello, es la rehabilitación de los nueve senderos que son visitados por miles de senderistas anualmente”.
Francisco Atta miente cuando habla de la rehabilitación de los senderos por parte de su grupo de gobierno. Ha existido una dejadez más que evidente y cualquiera lo puede comprobar insitu solo con echarse la mochila al hombro. Muros caídos, hierbas y arbustos obstruyendo el paso, árboles con sus troncos cruzando los caminos, pasos y escalones con firmes peligrosos y sin agarre por la caída de soleras de madera, terraplenes corridos por uso o falta de mantenimiento. Un sinfín de obstáculos e inconvenientes que hace muy difícil el tránsito seguro y adecuado para los caminantes.
En cuanto a presumir de miles de visitantes, supongo que se escudará en los que acudían en la legislatura pasada, porque en esta ha brillado por su ausencia esa afluencia a la que hace mención. Vivir de las rentas para sacar rédito político habla bien a las claras de la incapacidad de gestión que tiene este alcalde, que cada vez que le viene a trasmano tergiversa y manipula la información.
La nefasta labor de alcalde Francisco Atta al frente del ayuntamiento de Valsequillo durante estos cuatro años, debe tener su reflejo en las urnas mañana y los vecinos deben darle la lección que se merece porque gobernar desde la prepotencia la soberbia y el engaño no es un buen ejemplo para que siga representándonos.