Isidro Fuentes. Los Realejos
La abstención no tengo duda de que hoy día es la única opción digna, pero también sostengo que como táctica de acción política para derribar el R78 es nula, la gente acude a votar como un toro acude al engaño. Muletas y urnas hacen exactamente el mismo trabajo y cumplen la misma función.
Debemos hablar de cómo va a ser la nueva política, de cómo vamos a implementar un nuevo sistema donde las LEYES LAS HAGAMOS NOSOTROS(y no lo partidos), discutir si es posible con esa sola medida acabar con la corrupción institucional. Tenemos que conseguir quitar a los partidos la facultad que tienen de hacer ellos las leyes, un Movimiento que les gane en sus urnas y a continuación les impida la entrada en la nueva Asamblea Nacional, que les arrebate de un zarpazo y para siempre LA INICIATIVA LEGISLATIVA, "quien tiene la iniciativa legislativa en sus manos, tiene al país en el bolsillo". En la nueva Asamblea Nacional solo estaremos nosotros, el pueblo, la sociedad civil o la gente, como prefieran.
Pero debemos estar todos a una, con el apoyo de los nuevos medios y radios de 'la resistencia', medios ya hegemónicos en el nuevo vector revolucionario que ha venido para cambiarlo todo, la economía, la política y la sociedad: internet. Ir preparando ya el caldo de cultivo para el nacimiento de ese nuevo Movimiento. Un solo punto programático y de acción: la conquista del poder(en sus urnas) con el único fin de dividirlo y separarlo. Una nueva constitución donde los partidos puedan aspirar al poder ejecutivo; pero donde las leyes las hagamos a partir de entonces nosotros, no los Rajoy, Sánchez o Iglesias de turno. Ya discutiremos en la Asamblea Constituyente cómo y con qué ley electoral.
Si no somos capaces de ponernos de acuerdo en estos puntos mínimos, no tendremos nada que hacer y la deriva del país se vislumbra catastrófica. Si por el contrario gente de ideología variada somos capaces de aparcar TRANSITORIAMENTE la ideología y dar este primer paso, la acción decisiva para conquistar la nueva política en España habrá comenzado un camino ya imparable.