Eloy Cuadra. Escritor, activista social y número 27 en la lista de ANC al Ayuntamiento de Santa Cruz como independiente
{mosimage}Creo que este título o uno parecido ya lo utilicé hace años para describir un escenario similar, en lo que parece un bucle recurrente del querer y no poder de las izquierdas alternativas en Canarias, repitiéndose una y otra vez hasta el infinito con esa unidad que nunca llega, y sí justo lo contrario. Aunque esta vez parece que nos hemos superado, y digo "nos hemos" porque yo de una u otra manera también he formado parte de esos intentos fallidos.
Así, en un primer vistazo, vemos que ahí a la derecha, muy a la derecha, the one and only, el Partido Popular, y nadie más. No hay nadie más a la derecha, por no estar ya no están ni los clásicos de ultraderecha de Democracia Nacional de otros años. Vía libre, campo abierto pues para el PP con su electorado fiel, a lo sumo perderá algún voto, mínimo, con algunas de sus marcas blancas y sucedáneos, de UPyD, Ciudadanos o VOX. Tanto o más de lo mismo con la derecha nacionalista, vía libre con su electorado para Coalición Canaria, con la única sombra, pequeña, del CCN. Estando como están en el gobierno, la red clientelar y algo que habrán hecho les asegura un buen número de votantes. Luego está El PSOE con sus crisis de identidad y sus luchas internas, algo más difícil lo tiene pero también están gobernando en la ciudad, y eso vuelve a ser un plus. Cito aunque sea de paso a otros partidos minoritarios, instrumentales, especializados o pintorescos, como pueden ser los del Partido Comunista, el PACMA, centrados en la defensa de los animales, el PUM+J, caritativos, humanitarios, vinculados a la Iglesia, o los de Sentido Común del personaje Bolorino Armani.
Y así llegamos al grueso de partidos de izquierdas, ecosocialistas, alternativos, participativos, asamblearios y todo lo chachis que queramos llamarlos, que compiten por casi el mismo espectro del electorado. Ahí está Corrales con su XTF (1), ahora convertido también a Nueva Canarias-Frente Amplio. ¿Pero qué frente amplio? Y están los que antes eran compañeros de Corrales, ahora enemigos que hasta lo han llevado al Juzgado, Odalys Padrón y sus Socialistas por Tenerife Verdes (2). Y está el Sí se Puede (3) de Pedro Arcila y Asun Frías, que confunden hasta al más avispado cuando a veces son Podemos y a veces son Sí se Puede, por cosas de las modas y la doble militancia. Y está Inma Évora con su Participa Santa Cruz (4), antes Ganemos Tenerife y desde hace tiempo cabeza visible de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Tenerife. Y están los de Izquierda Unida (5), unidos con Los Verdes, más verdes, y con algunos más. Y también están los de Podemos (6), el Círculo de Santa Cruz, que también se apuntan a la fiesta. Nada menos que 6 opciones, 6 candidaturas, la mayoría con las mismas o muy similares propuestas y muy parecidos programas, habiendo estado todos en mayor o menor medida implicados en reuniones, asambleas, contactos o componendas para forma un amplio frente de izquierdas para el Ayuntamiento de Santa Cruz, como vemos sin éxito. En alguna reunión de estas también estuve yo, invitado, me decían que la Plataforma por la Dignidad debía estar representada, y allí fui, no con mucha convicción, pero sabiendo de la importancia de conformar un bloque unitario y fuerte. Recuerdo que levanté la mano y pedí la palabra, y hablé sobre todo de humildad y de generosidad, humildad para no creerse los reyes del mambo por una moda pasajera, y generosidad para saber dar y conceder con vistas a esa necesaria unidad. Tal vez no me supe explicar, o quizá aquello estaba todo ya decidido de antemano, lo cierto es que de aquellas reuniones han salido 6 candidaturas separadas compitiendo entre ellas, haciendo poco menos que el tonto, o como digo en el título: perdiendo antes de empezar. Para verlo claro sólo basta ponernos en la Ley Electoral. Las barreras electorales son del 5%, esto es: cada partido deberá sobrepasar el 5% de los votos totales para poder entrar en el reparto de escaños. Así las cosas, si ese 5% se sitúa en torno a los 3.500 – 4.000 votos, estos seis partidos que concurren por separado pero que podrían haber ido juntos, tirarán sus votos a la basura si no alcanzan ese 5%. Imaginen ahora que estos seis partidos consiguen de media unos 2.500 votos sin llegar al 5% ninguno de ellos, sumarían un total de 15.000 votos. Y bien, por separado son 15.000 votos en la basura, que no sirven para nada. En cambio, si hubieran ido juntos les habría dado hasta para 6 escaños, si tomamos como referencia lo que sucedió en las elecciones del 2011. Aquí más que nunca se hace valer el dicho de que "la unión hace la fuerza". Creo que con esta simulación sobran más comentarios.
Y de entre todo esto, me falta por nombrar a un partido, uno que también concurre a las locales, uno que también es de izquierdas, seguramente más de izquierdas que la mayoría de los seis anteriores. Ellos, han hecho su camino, silencioso, humilde, sin entrar en guerras ni conversaciones con nadie, sin buscar caminos cortos, sin renunciar a lo que es su esencia, son Alternativa Nacionalista Canaria, independentistas de izquierdas. Sí, ya sé que en los últimos tiempos la moda venía de la Península y no hablaba de independentismo, pero estamos en Canarias, y aquí no valen los sucursalismos de moda. Y bueno, sobra decir que con estos últimos voy yo. Puede que este detalle invalide todo mi análisis por falta de imparcialidad, pero quería decirlo igualmente. Veremos de lo que somos capaces con este grupo de independentistas de izquierdas, y a ver si para las próximas somos capaces de juntarnos algunos más.
Ya está bien de ser de centro. ¿Qué es eso de ser de centro?, ¿de centro de qué? Ah, que resulta que ya no tiene sentido la dialéctica derecha-izquierda, eso es de comunistas trasnochados. Ahora lo que se lleva es lo de "los de arriba y los de abajo", con los de abajo queriendo ser de arriba, y los de arriba aceptando que ya no hay más opción que asumir las leyes del neoliberalismo y las democracias al estilo occidental, entre otras cosas, porque les beneficia y están muy a gusto así. Y resulta que una tras otra las encuestas de Metroscopia nos dicen que los españoles son mayoritariamente de centro-izquierda y de centro-derecha, pero de centro sobre todo. Aquí todos quieren ser moderaditos, y no parecer ni demasiado fachas ni demasiado izquierdosos, una cosa normalita, ahí por el centro, demócratas, progresistas, socialdemócratas, ecosocialistas y otras calificaciones así bien sonantes. Por favor, ya está bien de ambigüedades, vamos a llamar a las cosas por su nombre.
Aunque en algo al menos estamos de acuerdo: parece que aquí lo único que hay en la mente de la gente es el neoliberalismo y algunas variables barnizadas, y una vida superflua y atestada de banalidad. Está bien, es lo que hay, pero más allá de eso no podemos obviar que este capitalismo de nuevo cuño que nos ha llegado, si de algo no sabe es de moderaciones y puntos medios, a esta capitalismo le gusta la mordaza, la porra del policía, la ley del embudo, y nada nada le gusta el centro, hasta el punto de haberse cargado ya a esa acomodada clase media tan abundante en otros tiempos. Y es que ahora ya no hay más que ricos cada vez más ricos, en un lado, poquitos, y pobres, cada vez más, y más pobres, en el otro lado, y precarios, y subempleados, y subcontratados, y esclavos de 12 horas al día cobrando por un contrato de media jornada, y desarraigados de otros pueblos viviendo en guetos oscuros, cuando no directamente en la calle, y seres humanos que para nuestros gobernantes yo no tienen ni tan siquiera la consideración de personas, que se ahogan por cientos en el mar. Y esto es lo que hay, y esto es lo que intenta asegurar que permanezca por siempre el capitalismo que nos gobierna. Y en esas resulta que la mayoría de españolitos quieren ser moderados, quieren estar centrados, como si esto fuera una foto y el que se desvía no sale.
Sean coherentes por favor, o será mejor decir: sean valientes, y llamen a las cosas por su nombre, porque aquí no hay centro posible. Tal como yo lo veo, esto es como una cadena de montañas con crestas muy afiladas, no te puedes quedar en las crestas, o te caes para un lado o te caes para el otro. Algo parecido a la moda de abstenerse en la votaciones, sobre todo en política. Debería estar prohibido. No entiendo como pueden los políticos abstenerse sobre un tema concreto que se lleva a un Pleno. La Renta Básica por ejemplo, o estas a favor o estas en contra, pero ¿qué es eso de abstenerse? Sí te abstienes estás en contra.
Y no hay más. Si se definen como moderados, progres pero políticamente correctos, sí, ustedes del PSOE, ustedes no son de centro-izquierda, ustedes, que han votado más del 70 % de las veces lo mismo que el PP en el Parlamento Europeo en esta legislatura, ustedes son de derechas. Y usted, señor Rivera, que ya ha conseguido que su partido Ciudadanos lleve la coletilla de "marca blanca del PP", usted es de derechas. Tanto o más de lo mismo, sobra decirlo, de UPyD. Y ustedes, los de Izquierda Unida, que en Extremadura hicieron posible un Gobierno del PP y que en Andalucía gobernaron con los caciques del PSOE, ustedes que pierden el culo por tocar poder como sea para no cambiar nada, ustedes, salvo excepciones, se parecen mucho a los de derechas. Y usted, señor Pablo Iglesias, cuando va a rendir pleitesía al rey de España a Bruselas, y se parte de risa con González Pons del PP como si fueran coleguitas de toda la vida; y usted, señor Errejón, cuando se suelta afirmando que Podemos no tiene ningún interés en revertir el régimen del 78; y cuando ustedes, señores de Podemos, pasan de largo por el tema de los soberanismos y cierran filas con los chanchullos del señor Monedero como si no hubiera pasado nada, ustedes, empiezan a parecerse mucho a los moderados políticamente correctos que han estado siempre, que no son precisamente de izquierdas. Y digo lo mismo para esos partidos localistas de por aquí por Canarias, que se presentan muy chachis ecosocialistas renovadores anti CC-PP-PSOE, nuestra casta canaria, pero no se atreven a denunciar más que pequeñas cositas, y esconden y disimulan sus vergüenzas, y tienen miedo a hablar de soberanismo o de independentismo, porque se han creído la cantinela de los señores que dicen que eso es malo, cuando en realidad, aquí en Canarias al menos, únicamente es sinónimo de justicia.