EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}En el año 1993 y en Radio Nacional de España en Canarias pusimos en marcha mi idea de un programa monográfico sobre la importancia de nuestra primera industria: El turismo en Canarias. José Antonio Pardellas, por aquel entonces Director Territorial de la radio pública en Canarias, que de tonto no tenía ni tiene nada de nada, se dio cuenta que el tema era importante y que pondríamos una pica en Flandes ya que, con toda seguridad, seriamos la primera emisora de radio en divulgar lo bueno, lo regular y lo malo sobre el sector donde depositábamos nuestras esperanza de crecimiento económico. Por supuesto y como siempre sin trabas, cortapisas, censuras ni rollos batateros del sí pero no.
Asistieron todos los sectores involucrados; Asociaciones hoteleras, agencias de viajes, tour operadores, apartamentos, time sharing, rent a card, etc.
Los 7 millones de turistas que recibía anualmente Canarias nos parecía poco, los dos tour operadores más importantes, Tuy y Nekerman demandaban más y financiaban la construcción de hoteles y apartamentos en todas las islas, especialmente el Sur de Tenerife y Gran Canaria. Los años dorados parecían llegados al final y que se estaba, turísticamente hablando, tocando techo, mirábamos con miedo a la zona del Magreb, Marruecos enseñaba los dientes a Canarias y nos avisaba que estaba dispuesto a todo para que unos millones de los turistas que llegaban a Canarias se desviaran de la ruta y se acomodaran en su país. Túnez, Egipto, Turquía movían ficha y se mostraban atentos para entrar en el reparto de la tarta turística Europea.
Así las cosas los cerebros pensantes del gobierno canario de la época presidido por Jerónimo Saavedra y el entonces flamante Consejero de Turismo Miguel Zerolo pusieron en marcha una serie de medidas de promoción de Canarias en países emergentes como consumidores de turismo vacacional. y así se les ocurrió la idea de construir un monumento a la paz y colocarlos en el centro de Costa Teguise en Lanzarote. El monumento en si estaba basado en dos misiles, un ruso Scoud y otro norteamericano Lanced, el caso es que los misiles desaparecieron y sólo se supo que se habían comprado por las facturas que se pagaron por la capulladas del Consejero Zerolo. Hace unos meses se ha sabido que los misiles nunca desaparecieron abducidos por los extraterrestres, se encontraban en unos almacenes ubicados en Teguise propiedad del ayuntamiento pero que nadie tenía pajolera idea que existían. La suerte nos acompañó en estos últimos 20 años, la suerte y los terroristas que cada vez que asomaban los turistas europeos por las zonas del Magreb la liaban parda y acababan con unas decenas de muertes de ingleses y alemanes.
El demoledor informe que me pasa la prestigiosa analista internacional Nasama Ali Ahmed nos tiene que llevar a reflexionar y volver a pensar en renovar nuestra oferta turística. Si tenemos en cuenta los datos que nos ofrece el citado informe “con un elevado ratio de personal. En los hoteles de 5 estrellas ‘normales’ oscilaba entre 0,9 y 1,1 empleados por habitación”. Además “el personal se caracteriza por un alto grado en formación profesional y en disposición al servicio u hospitalidad”. En Canarias el ratio personal oscila entre 1 a 1,5 cada 8 habitaciones esto en el mejor de los casos. Algo tendremos que cambiar y supongo que ese cambio debe empezar por los empresarios hoteleros que, en un sector donde no llegó nunca la crisis la utilizan a su conveniencia y en detrimento de los trabajadores. Nadie acierta a comprender como es posible que aumentando el número de turistas hasta batir record históricos no sólo no se contrata más personal, todo lo contrario se elimina. No es raro encontrarse con empleados que trabajan una media de 10/12 horas diarias cobrando el sueldo interprofesional mínimo.
En los próximos dos años será correcto afirmar que la competencia se intensificará con la incorporación de 115.542 camas, en 341 nuevos hoteles que se pondrán en funcionamiento, y necesitaremos acceder a nuevos mercados”. Lo dice la Federación de Hoteles de Turquía, Turofed, en su Informe 2015. España tiene motivos para preocuparse.
Turquía es sin duda el rival mediterráneo al que más debe temer la industria turística española. Su evolución durante la última década ha sido espectacular: de los 17 millones de turistas extranjeros que recibió en el año 2004 ha dado un gigantesco salto hasta los 36,8 millones contabilizados en 2014.
Buena parte del crecimiento de Turquía se basa precisamente en el mismo segmento donde se concentra el 80% del turismo español: el sol y playa.
Su destino estrella es la región de Antalya, un gigantesco resort en la costa mediterránea que recibió el año pasado casi 12 millones de turistas extranjeros.
En la ITB de Berlín, que se celebró el pasado mes de marzo, Turquía ocupaba el pabellón más grande de la feria, con un total de 120 expositores, principalmente empresas hoteleras.
Turquía, el destino competidor más fiero en ITB Berlín.
No en vano Alemania es el principal mercado emisor de turistas, con 5,2 millones de turistas recibidos el año pasado, un 4% más.
Y un año más, en la feria berlinesa se presentaron decenas de nuevos proyectos hoteleros recién abiertos o en fase construcción en las costas de Turquía.
Y es que buena parte de los turistas del norte y centro de Europa que optan por unas vacaciones de playa en la Riviera turca se hospedan en hoteles cada vez más grandes y espectaculares, en primera línea de mar en muchos casos, con instalaciones deportivas, etc., que además se comercializan en régimen de todo incluido o ‘ultra all inclusive’.
“Otra fortaleza radica en que estos servicios incluyen una gran cantidad de opciones gastronómicas en número de bares y restaurantes y con un elevado ratio de personal. En los hoteles de 5 estrellas ‘normales’ oscilaba entre 0,9 y 1,1 empleados por habitación”.
Además “el personal se caracteriza por un alto grado en formación profesional y en disposición al servicio u hospitalidad”.
Y esto no es broma.