Antonio Aguado Suárez. Veterano militante del Partido Socialista Canario –PSOE-
{mosimage}Venezuela reúne todas las condiciones para que sea un país altamente desarrollado y que sus habitantes puedan gozar de un amplio estado de bienestar. Tiene unas dimensiones cerca del doble de España y una población de poco más de 30 millones de ciudadanos, dispone de las reservas de petróleo más importantes del mundo, minerales preciosos y sumamente valiosos como oro, diamantes, etc…, una tierra fértil y que podría ser mucho más productiva, lo mismo que su costa.
Fue a mediados del siglo pasado cuando comenzó la ola democratizadora en latinoamerica, pero casi siempre tutelada por la gran potencia norteamericana, que llegaba en muchas ocasiones a poner a sus títeres de gobernantes. Eso ocurrió con quien fue gran amigo de Felipe González, el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. Al frente de Acción Democrática, partido político perteneciente a la Internacional Socialista y durante sus mandatos presidenciales de 1974-1979 y 1989-19, igual que en otros países de Centro y Sur América, en Venezuela se cometían asesinatos y violaciones de los derechos humanos con total impunidad.
Hay que luchar por los derechos humanos y defenderlos allí donde sea necesario. Me parece bien que Felipe González desde sus posiciones pretenda hacerlo defendiendo a dos señores oligarcas: Leopoldo López, exalcalde de Chacao y líder opositor del partido Voluntad Popular y el alcalde de Caracas Antonio Ledezma. Señores que cuentan con recursos económicos suficientes, mediáticos y apoyos políticos (incluido el de Estados Unidos), etc… Han sido acusados de instigar a la rebelión y de ser los responsables de violentas protestas con el resultado de mas de 40 muertos. Aunque en la campaña detractora hacia Venezuela se le acusa de no ser una nación democrática, pero con todas sus carencias y deficiencias (no hay ninguna democracia perfecta) igual que España si lo es. En consecuencia es de esperar que éstas dos personas tengan un juicio justo.
El paso de Felipe González por la presidencia del gobierno de España, le produjo un alto reconocimiento internacional y si quiere luchar algo loable, por los derechos humanos y condiciones de los demás, a nivel internacional tiene innumerables motivos muchos más graves y justos para hacerlo, por ejemplo: la causa del pueblo palestino masacrado con tantos inocentes muchos niños, vilmente asesinados por Israel, pero con la complicidad directa o indirecta de otras naciones y una vez más destacando Estados Unidos. Y la del Pueblo Saharaui de la que en su momento él fue un gran defensor para que mediante la autodeterminación lograra su independencia.
Pero más cercanamente en nuestro país, tenemos problemas realmente graves que requieren de acciones políticas y jurídicas para hacerles frente con decisión y eficacia y así lograr su erradicación. Éstas dos personas que Felipe González pretende defender, con toda probabilidad tendrán todas las garantías jurídicas y procesales, pero eso no lo podemos decir con relación a las miles de familias que han sido y están siendo injustamente desahuciadas de sus viviendas, con el drama que esto representa llegando muchos de los afectados por el trauma causado al extremo del suicidio.
La estafa de las preferentes bancarias a personas que por sus condiciones en muchos casos humildes y ancianos vulnerables, es igualmente grave como para que si de verdad Felipe González quisiera luchar por los derechos humanos, no tenga necesidad de salir de nuestro país y procure ayudar a éstas victimas inocentes.
El asesinato del reportero gráfico José Couso el 8 de abril de 2003 en Irak por militares de Estados Unidos, hasta ahora ha quedado impune y con la amputación de la justicia universal por el Partido Popular a menos que se derogue las medidas impuestas por el PP con su mayoría absoluta, no se podrá extraditar a los responsables.
Precisamente con relación a la injusta e ilegal guerra de Irak que se originó mediante argucias y engaños y en la que tantos miles de inocentes han muerto y continúan muriendo, uno de sus principales promotores (junto con Bush y Blair) Aznar, sigue inexplicablemente sin ser juzgado por el Tribunal Internacional de La Haya.
Mariano Rajoy y su gobierno viene recortando drásticamente o cercenando los derechos y libertades, entre otras con la llamada “ley mordaza”. Si efectivamente a Felipe González le preocupa las injusticias y arbitrariedades tan graves que se están cometiendo a nivel nacional e internacional y si lo desea, tiene mucha labor que realizar, en la seguridad que de hacerlo sus esfuerzos por todas las causas mencionadas y tantas otras, serán valorados y reconocidos, aunque como se suele decir: “una cosa es predicar y otra dar trigo” y éste pretende (está en su derecho) darlo sólo en unos casos (defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma).