Carlos Martinez
{mosimage}El resultado de las elecciones en Andalucía está dando lugar a toda una serie de comentarios racistas y xenófobos sobre el pueblo andaluz. Complaciente con la corrupción o vendido son los epítetos más suaves de muchos madrileños que llevan años y años soportando al PP más ladrón y corrupto que conocemos u otros de otros lugares más al Este de la peninsula a CiU o a… Claro de los franceses que votan al FN y ni mú.
La realidad andaluza es compleja y en nuestros pueblos hay memoria histórica. Aquí los que en el imaginario colectivo representan a los señoritos no ganan elecciones, pero los que solo ven negatividades, tampoco. Es todo más complejo y profundo. Más complicado y más esperanzador.
El PSOE y en su momento junto con el PCE fueron quienes hicieron sentirse a los andaluces orgullosos de serlo. Tras las crisis y problemas del PC, más una legislación electoral de pucherazo instituido el PSOE quedó demasiado en solitario y sin control.
Más que insultar nuevos señoricos “urbanitas” y personas de otras naciones y pueblos de otras zonas del estado a los andaluces -incluso haciéndolo con buena intención-, lo que debieran hacer es primero comprender nuestra historia y segundo respetar la sabia cultura popular además de no insultar a los votantes socialistas de las clases populares y humildes, que son mayoría. Así nadie les atraerá.
En lugar de eso hemos de construir una alternativa socialista democrática, honesta, honrada, seria y antineoliberal que desde el socialismo democrático atraiga a las cientos de miles de personas de izquierdas que siguen votando a los socioliberales. Una izquierda democrática, amable, andaluza y solidaria. El PSOE no es la herramienta política que necesita Andalucía, pero para ello hemos de construir un nuevo socialismo desde fuera del PSOE, sí, pero socialista y socialdemócrata de clase, enraizado en nuestros pueblos y ciudades. Un partido socialista democrático, una Alternativa Socialista y desde la confianza de ser “de los suyos”, de “los nuestros” construir algo muy diferente y muy limpio, transparente.
Andalucía esquilmada por el poder financiero español y cuyas rentas cotizan del IVA en la comunidad autónoma de Madrid, merece levantarse altiva frente a tanto ladrón centralista y dejar de ser pasto de grandes empresas energéticas, de transportes y bancarias que vienen al Sur a sacar dividendos y no invertir. Lo que es más sangrante, invertir fuera con ahorro y trabajo andaluz.
Carlos Martinez