Los estudiantes reclaman “puertas abiertas en los despachos” durante las tutorías.
{mosimage}SB-Notocias.- La Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC) remitió a la vicerrectora de Alumnado de la ULL, Miriam Catalina González Afonso, sus críticas al borrador del nuevo “Reglamento de evaluación, calificación, revisión e impugnación de calificaciones de la ULL”. La Asamblea estudiantil lagunera hace una crítica a determinados artículos del reglamento y señala la “necesidad de concretar algunas cuestiones”.
Las críticas de AMEC se centran en diversos aspectos, como el margen de poder y aleatoriedad que sigue manteniendo el profesor a la hora de controlar, “según sus particulares intereses”, la estrategia evaluativa. En este sentido, el profesorado de la ULL, según AMEC, “ejerce una enorme influencia sobre las guías docentes”, pudiendo determinar la recuperación o no de “actividades de evaluación continua”. Para AMEC, la posibilidad de recuperar actividades de la evaluación continua debería estar siempre garantizada en las guías docentes.
En relación también con la evaluación continua, los estudiantes critican que el Reglamento determine la “exclusividad de la evaluación continua en la primera convocatoria, imposibilitando la misma en segunda y tercera convocatoria”. El Reglamento deja a la “libertad del profesorado tener en cuenta las actividades evaluables realizadas por el alumnado” en el caso de las segundas y terceras convocatorias. Desde AMEC también se critica que las convocatorias extraordinarias vinculadas a la Normativa de Progreso y Permanencia solo permitan la evaluación continua “en caso de coincidir con la primera convocatoria”.
AMEC solicita la regulación del “aprobado general”; asimismo, se critica, duramente, que se obligue al alumnado a firmar una “declaración jurada” al inicio de curso en la que se “comprometen a no practicar plagio ni suplantación de identidad”. Para el colectivo claustral se trata de un “artículo insultante para el alumnado”, dudándose de la legalidad de dicha previsión, puesto que al estudiante se le obliga a manifestarse con respecto a una actitud delictiva que no ha mantenido.