{mosimage}SB-Noticias.- El grupo municipal del PSC-PSOE en el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, presentará en el pleno ordinario del próximo día 25, una moción en la que reclamará al gobierno local del Partido Popular (PP), que se habiliten zonas especiales de carga y descarga para transportistas, pero también para clientes, en aquellas calles comerciales de la ciudad que se han visto afectadas por las recientes obras de ampliación de aceras o la implantación de un carril guagua frente a sus locales.
Medina asegura que tras recorrer numerosos barrios del municipio, los dueños de comercios y pequeños negocios coinciden en señalar a estas obras de aceras, o eliminación de aparcamientos para carriles guagua, como la principal razón, además de la crisis, de la caída en picado de sus ventas. “El PP se ha dedicado a llenar de carriles guagua las calles de la ciudad sin evaluar el efecto negativo que esto podría ocasionar al comercio tradicional de los barrios. Los negocios de calles como Juan Rejón o Castillejos languidecen en los últimos años porque, a la crisis que afecta a toda la economía, hay que sumarle la ocurrencia del Ayuntamiento de plantarles un carril guagua justo en sus narices, lo que hace materialmente imposible que los clientes que van en coche accedan a los comercios aunque sea sólo a recoger un pedido”, explica Medina, “lo mismo ocurre en las calles en las que el PP se ha dedicado a ampliar aceras como es el caso de Guanarteme, dónde el comercio tradicional está condenado a la desaparición o a reconvertirse en bar-terraza, que son los únicos negocios que se están beneficiando de estas obras. Los pequeños y medianos empresarios de estas calles comerciales en los barrios cifran en un 80% la pérdida de sus ganancias desde que Cardona y el PP decidieron acometer estas ampliaciones de aceras y de carriles guagua. Y eso los negocios que aún se pueden permitir el lujo de abrir sus puertas, porque muchos no han sobrevivido”.
Para la concejala socialista, todos estos inconvenientes podían haberse solucionado si el gobierno del PP hubiese dialogado y preguntado a los vecinos y comerciantes de los barrios antes de acometer cualquier obra. “No nos oponemos a que se amplíen aceras o se hagan carriles guagua para mejorar el transporte público, no, pero lo que reclamamos es que se haga con cabeza, con criterio. Antes de imponer estas actuaciones, el gobierno municipal debería haber hablado y dialogado con los ciudadanos y comerciantes para buscar soluciones que satisfagan a todos, como adaptar zonas de carga y descarga en esos ensanches de acera, o junto a los nuevos carriles guagua que evitaran todas estas quejas. Pero el PP no cita a los vecinos de un barrio para pedirles opinión sobre un proyecto que les afecta, lo impone, lo hace y luego se lo presenta a los ciudadanos para hacerse la foto, cuando ya no hay posibilidad de dar marcha atrás. Esa es la manera en la que Cardona y el PP entienden la participación ciudadana, por la vía de la imposición. El alcalde no cree en el diálogo y la participación vecinal y estas son sus consecuencias”, concluye Inmaculada Medina.