El BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}Confieso que jamás he podido tragar, excepto pasa palabra, un programa de tele5, también apodada tele mierda. Reconozco haber ojeado algunos espacios denominados por un amplio sector de televidentes como basura al objeto de confirmar ese extremo, o sea que es cierto que son basura. De hecho desde el primer Gran Hermano I, hace más o menos unos 15 años, que hizo furor en toda España y copiado el formato en medio mundo, no he vuelto a ver ningún otro de los creo 15 emitidos.
Pero el caso curioso es que mientras un buen sector de audiencia llama “basura” a espacios como “Sálvame” o “Sálvame de luxe” el share (cuota de audiencia) es descomunal con lo que la publicidad se dispara a precios increíbles. Las marcas comerciales sólo saben de números de impactos y de “target” (público objetivo) donde llegará su mensaje y aumentar las ventas. Decir que esos programas son hechos para “Marujas” es faltar la verdad porque esas “basuras” las ven un buen número de abogadas, profesoras, economistas, psicólogas, etc. Es cierto que su mayoría de “clientes” son mujeres que aprovechan desconectarse de la mierda que le rodea en la vida real para compartir las patrañas, montajes y shows de Kiko Matamoros con su hermano Coto o el vago del hermano de la Jurado con su ex mujer, y muchos etc., que no concibo entender muy bien.
En esta semana he estado leyendo y oyendo opiniones contradictorias en el nuevo GRAN HERMANO V.I.P., la preocupación del personal es un supuesto enfrentamiento entre la señorita Belén Esteban y la ex concejal por el Psoe en el Ayuntamiento de Los Yebenes que saltó a la fama merced a una paja televisada y enviada a un gañán del pueblo y jugador de futbol del equipo local con el que estaba presuntamente liada y que fue difundida por Internet. De nombre Olvido Hormigos se hizo mundialmente famosa por lo que miles de millones de mujeres y hombre de todo el mundo hacen diariamente y no se han comido una rosca; una paja. El caso es que entre las dos se ha formado tal follón en el GHVIP que ha estado a punto de dejar en segundo plano de interés mediático nacional el tema de la salida del talego de Bárcenas.
Belén Esteban, también conocida como “la princesa del pueblo”, tiene fama de hortera. De bajo nivel cultural pertenece a ese grupo de mujeres educadas para estar atada a la pata de la mesa. Su ligoteo con el torero Jesulín de Ubrique y su embarazo y nacimiento de su hija Andreita supuso la separación de la pareja y su salto a la fama. Belén es, como todos ustedes saben, sobre todo mis lectoras, una mujer temperamental, si Olvido ha tenido problemas por su promiscuidad sexual, la Esteban los ha tenido con su afición a la cocaína, de manera que el síndrome de abstención de una y otra por uno u otro motivo ha destapado la caja de los truenos y ambas se han puesto a parir, solo ha faltado que se tiraran de los pelos y se revolcaran en el lodo. El bodrio televisivo lo remata el hijo de la Pantoja, Paquirrín, otro zoquete más vago que Bartolo y que su escasa cultura le hace aun más animal bípedo. A estos tres “artistas” se añaden otros personajes de dudosa credibilidad que ponen su “granito de arena” en tanta mierda televisada. El lio se produce cuando echan del basurero a Olvido en lugar de echar a la Esteban, de forma que se está demostrando que la “princesa del pueblo” ha dejado de ser encantadora y está en franca decadencia. Pero lo verdaderamente obsceno y carente de toda lógica, que insulta a millones de españoles que no entienden como se puede pagar a Belén la nada despreciable cantidad de 65.000 euros a la semana y al hijo de la Pantoja 50.000 euros también semanales por tocarse los ovarios y los miolos respectivamente.
El combate femenino se ha saldado con la victoria de la ex política del Psoe ya que las encuestas la han dado ganadora “moral de la Gran Mamada VIP 2015” poniendo en entredicho a “la princesa del pueblo” que a la vista está a pasado a ser la “bruja mala”, cuestión que le importa tres huevos de pavo real de Sumatra ya que en tres semanas la “malvada” Belén Esteban se ha metido entre pecho y espalda la nada desdeñable cantidad de 195.000 euros del ala y los que caerán como este burdel siga dos meses más contando las miserias del Paquirrín, su mama la Pantoja, las historias del homosexual engañado, el morenito con su rabo al aire y el folleteo con la rubita de turno. En estos tiempos de trabajo miserable, del salario del miedo, del contrato estercolero, es un ejemplo para nuestros desempleados ver las opciones que tienen para ganar un sueldo “digno”, aunque que para llegar a eso tengan que pajearse ante un video, o quedarse preñada de algún torero famoso.