recuerda que realizaba una acción de protesta pacífica contra las prospecciones en busca de hidrocarburos de Repsol cuando fue atacada por la Armada
{mosimage}Europapress.– "No es nuevo. El Gobierno considera que es proporcionado atacar a unos activistas pacíficos con pancarta, poniendo en serio peligro la vida de las personas y que tuvo como resultado que una joven activista cayera al agua y se rompiera la tibia, el peroné y varios tendones", ha comentado a Europa Press el portavoz de Greenpeace Julio Barea.
Con esta valoración del Gobierno, Barea cree que el Ejecutivo está apoyando "acciones de tal calibre y violencia" contra unos activistas que iban en una lancha y con pancartas y que estaban desarmados y anunciando por radio lo que iban haciendo.
Por ello, ha subrayado que los servicios jurídicos de la ONG están valorando si emprender acciones legales tras lo ocurrido, que está en las imágenes de un vídeo divulgado ese día.
Finalmente, ha indicado que la activista italiana que resultó herida de gravedad y que fue operada en Canarias ya se encuentra en su país de origen donde ha sido valorada e intervenida quirúrgicamente de nuevo. "Va a tener una recuperación larga porque los daños que sufrió fueron serios", ha concluido.
El parlamentario catalán recuerda que el pasado 15 de noviembre se produjo un incidente cuando algunos miembros de Greenpeace intentaron llevar a cabo una "protesta pacífica" contra el proyecto.
"RESPUESTA DESPROPORCIONADA"
"A pesar de que los métodos de Greenpeace para protestar se demostraron pacíficos, simplemente pretendían desplegar una bandera con un mensaje en contra de las prospecciones petrolíferas y a favor de la utilización de energías renovables, la respuesta de las Fuerzas Armadas a esta protesta fue extremadamente violenta y desproporcionada", sostiene Coscubiela.
Al mismo tiempo, asegura que las dotaciones militares "actuaron de una forma totalmente imprudente e irresponsable", tal y como se aprecia a su juicio en las imágenes que se han difundido del suceso, y cuya principal consecuencia fue que una de las personas que navegaba a bordo de una de las embarcaciones resultara herida al caer al mar, sufriendo cortes y una "fractura de considerable gravedad", que ha requerido su hospitalización.
LA ARMADA AUXILIÓ A LA ACTIVISTA
En la respuesta del Congreso, el Gobierno remarca que fueron los miembros de la Armada los que "rescataron, aplicaron primeros auxilios, estabilizaron y evacuaron con medios del Servicio Aéreo de rescato del 802 Escuadrón del Ejército del Aire de la activista herida".
Es más, indica que el buque de Repsol 'Rowan Renaissance' fue autorizado por el Gobierno a realizar trabajos de prospección petrolífera en aguas internacionales en las que España ostenta derechos soberanos sobre la plataforma continental.
"Para garantizar la seguridad en la navegación y permitir las labores de prospección, el Ministerio de Fomento estableció una zona de exclusión de una milla de diámetro alrededor de la situación en la que debían comenzar los trabajos", agrega el Ejecutivo.
En este sentido, recuerda cómo la Armada, en cumplimiento de las competencias que le atribuye el derecho marítimo internacional y las órdenes recibidas, desplegó un dispositivo de vigilancia y control marítimo para la aplicación de esta medida.
"En la mañana del 15 de noviembre el buque de Greenpeace viola la zona de exclusión e ignora las repetidas instrucciones de abandonar la zona dadas por el Buque de Acción Marítima 'Relámpago'. Además, puso en el mar tres embarcaciones con el objeto de hostigar e intentar abordar el 'Rowan Renaissance' (Repsol)", apunta.