El título es "Juan-Manuel García Ramos denuncia la deriva 'insularista y derechista de CC' y se subtitula 'Arremete contra el pensamiento de Carlos Alonso y del todavía candidato Fernando Clavijo". Parece que se puede “arremeter” impunemente contra “el pensamiento”, como si de un hitlerito cualquiera se tratase, como si fuera lícito “arremeter” contra los “delitos de opinión”. En su bodrio, Manuel García y Andrés Cháves, que tanto monta, monta tanto, escenificaron boutades como estas.
- Entre las frases pronunciadas con tal motivo navideño expresó su preocupación por la deriva “insularista y derechista de la CC en activo”, refiriéndose indirectamente a las últimas manifestaciones de Carlos Alonso, defendiendo más autonomía para las islas frente a la parálisis –según él– del Gobierno Autónomo, y de Fernando Clavijo, abogando por la supresión de la COTMAC, por repensar la moratoria turística y por no renunciar a la industria petrolera.
- “Juan-Manuel García Ramos ha enfatizado la firmeza en los principios nacionalistas del PNC y el uso del pragmatismo en la estrategia política en función de las delicadas circunstancias que vivimos en estos momentos, que no considera las más deseables para el futuro nacionalista de Canarias.”
- “Es de esperar que la postura del presidente del PNC, que es también la de su partido, y el malestar existente contra los “renovadores” de CC, les lleven a posicionarse contra esa deriva insularista y derechosa de la “nueva” Coalición Canaria, prácticamente “vendida” al Partido Popular.”
Lástima que Manuel García y Andrés Cháves padezcan un episodio de su habitual amnesia selectiva y no les convenga recordar que no hace mucho Manuel García decía esto:
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Claro que in illo tempore un premio Canallas de Literatura y la apertura de las puertas del pesebre le ayudaron a Manuel García a encontrar “el camino” y perdonar las ofensas recibidas. Pero ahora Manuel García parece escenificar de nuevo una nueva indignación intelectual en este caso por la deriva “insularista y derechista” de CC, como hace apenas una década se indignó porque "altos cargos de CC y de ATI confundían la política con los negocios". Se confundían, claro, justo hasta que Manuel García entró por la puerta del pesebre precedido por los acordes de “se acabó la confusión, llegó el comandante y mandó a parar”. Desde entonces política y negocios siguen mezclándose en los despachos oficiales, cogiditos de la mano, pero sin confusión. Las cosas claritas y confusiones las mínimas.
La historia se repite de nuevo a pocos meses de las elecciones locales y autonómicas, pero una vez que las puertas del pesebre alcancen el grado de apertura deseado todo volverá al equilibrio habitual y la “deriva insularista y derechista” será reconducida gracias a su autoridad y superioridad intelectual. De momento comparte el pesebre con el cuñado del mago, pero con el rabillo del ojo ambos vigilan las puertas de su pesebre natural, el que tanto añoran. Pero dejándose querer, coño.