EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}El caballo de Troya fue un artilugio con forma de enorme caballo de madera que se menciona en la historia de la guerra de Troya y fue usado por los griegos como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya. Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros, sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la noche, los guerreros salieron del caballo, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del ejército griego, lo que provocó la caída definitiva de Troya.
El chiringuito de partido político llamado Si Se Puede con sede en Tenerife ha hecho una maniobra similar a la que hicieron los griegos con el mítico caballo de Troya y con los mismos fines. Se han infiltrado entre los militantes inscritos en PODEMOS con el afán de apoderarse del partido en la isla y trepar en las listas electorales de PODEMOS en Tenerife. La maniobra, a todas luces nauseabunda y mal intencionada, refleja los pocos o nulos escrúpulos de unos trepas que en vista de las pocas o nulas posibilidades que han tenido, tienen o tendrán en las próximas elecciones, se infiltran en las Asambleas de PODEMOS con la intención de conseguir que sus nombres aparezcan en las listas electorales de PODEMOS y asegurarse la poltrona y si pueden el poder.
Cuando se actúa de una forma en la que todo vale, la confianza de la gente se pierde y con ella la jubilación política se anticipa. No, no vale todo y menos en estos momentos en los que estamos inmersos en un cambio de estilo, de rumbo, tan importante que por primera vez se puede derrumbar el bipartidismo a nivel nacional y el tripartidismo a nivel insular.
No, para nada quiero descalificar a Si Se Puede cuando lo catalogo como “chiringuito político” y no lo descalifico porque es lo que es, y como dice mi amigo el noi de poble sec “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. El caso es que el énfasis y la demagogia que el Sr. Sabaté, después de dos horas de gloria radiofónica, solo ha venido a corroborar que todo lo que se pensaba de él es totalmente cierto: Un trepa más de la oligarquía tinerfeña que usa la política para fines muy distintos a los que pregona, más volcado en intereses partidistas que en los problemas de la gente, más preocupado en las encuestas y estadísticas de cómo y con quien voy a pactar que con el problema del hambre, el paro y la miseria en las islas.
Cuando habla de partidos los trata como “marcas”. Habla de la “marca PODEMOS” o la “marca Si Se Puede” como si se tratase de empresas comerciales, de sociedades, sin darse cuenta que es de esas “marcas” de lo que vamos huyendo 47 millones de españoles. PODEMOS no es una marca, porque PODEMOS no es de Pablo Iglesias, ni de Monedero, PODEMOS nace y es del pueblo indignado, de un pueblo que se hace militante porque confía en que sólo se puede dar el cambio que pretendemos. Cuidado tiene que tener PODEMOS con quien inicia el viaje, porque cualquier equivocación incluyendo en las listas electorales de personajes con doble militancia, con manifiestas intenciones de trepar políticamente significará la debacle de PODEMOS, por ejemplo en Canarias.