{mosimage}SB-Noticias.- Santiago Pérez, concejal en el ayuntamiento lagunero, ha calificado el último pleno, celebrado el día 15 de diciembre, como “el pleno presupuestario más impresentable” que ha vivido nunca. Primero por la interpretación que el alcalde le dio al reglamento orgánico, impidiendo que el concejal de Hacienda, que presentaba el presupuesto, tuviera el tiempo necesario para que el debate tuviera el realce necesario, justificando el alcalde su negativa a que se usara más tiempo con la excusa de “que esas cosas se hablan en la junta de portavoces”, Y segundo por la versión del debate presupuestario que dan los medios de comunicación.
Para Santiago Pérez los temas más importantes que este presupuesto contiene se refieren en primer lugar a las partidas que se dedican a publicidad y propaganda, que se aprueban en el pleno (380.000 euros en el presupuesto para 2014) pero que se modifican a lo largo del ejercicio sin que el pleno tenga acceso ni tan siquiera a conocer los cambios. Y a 11 de diciembre de 2014, asegura, ya hay contratados créditos en publicidad y propaganda y autorizado pagos por un valor 1.299.000 euros, y en la segunda quincena de Diciembre es cuando más contratos se autorizan porque el crédito tiene vigencia anual. Es decir que el Pleno aprueba una partida pero la que acaba destinándose a publicidad y propaganda es muy superior.
En segundo lugar, el esfuerzo fiscal que se ha exigido a los ciudadanos de La Laguna no guarda relación con lo que el Ayuntamiento invierte, aunque es evidente el papel importantísimo de los ayuntamientos en la inversión. La propaganda del Alcalde, afirma Santiago Pérez, mantiene que no se han subido los impuestos, pero la realidad es que no se han bajado los tipos impositivos, a pesar de que el Ayuntamiento ha tenido oportunidad de hacerlo, ya que se han actualizado los valores catastrales de los bienes inmuebles y, en esa situación excepcional, la Ley de Haciendas Locales permite la bajada del tipo impositivo ordinario, de forma excepcional, durante un período de seis años hasta valores inferiores al mínimo establecido. Pero no se ha hecho y por eso se explica que se recaudaran 17 millones de euros por el impuesto sobre bienes inmuebles en 2008 y casi 35 millones en 2014. No obstante han pasado toda la legislatura diciendo que no han subido los impuestos. La realidad queda oculta a la ciudadanía por la propaganda y la censura a la oposición.
Abundando en este aspecto, continúa Santiago Pérez, la auditoria oficial que todos los años hace pública el Gobierno de Canarias dice que en La Laguna el esfuerzo fiscal que se exige está muy por encima de la media de los ayuntamientos de Canarias pero, sorprendentemente, en inversión está muy por debajo de la media. Una vez más, la propaganda del alcalde dice que se va a invertir un 40% más que en el ejercicio del 2014 que ahora termina, y por supuesto, que tendrá que invertirse más pero lo que hay que aclarar, afirma Santiago Pérez es el nivel de donde se parte.
El tercer aspecto preocupante del presupuesto es la deuda de 90 millones de euros, de los que 70 tienen que ver con el programa de pago a proveedores, porque hay que devolver los préstamos que vienen de la época de Oramas, y además hay que pagar los intereses. Esa deuda se ha convertido en el pago principal y La Laguna estará hipotecada con ella hasta el año 2022, casi dos legislaturas, asegura Santiago Pérez.
También ha explicado el concejal que en la enmienda a la totalidad que ha presentado se incluye un informe de la Intervención General del Ayuntamiento a propósito de las subvenciones, donde se dice que “debería acreditarse en relación a las subvenciones nominativas, el cumplimiento de los principios de transparencia, concurrencia, igualdad, y no discriminación” y además el interventor pone de manifiesto que el Ayuntamiento no tiene un plan de subvenciones, exigido por ley, por lo que evidentemente están actuando con el mayor margen de arbitrariedad.
Y en segundo lugar el presupuesto es impresentable para Santiago Pérez porque si el presupuesto es malo es aún peor la forma en la que se publica la noticia en los medios de comunicación convencionales, puesto que “el derroche de dinero en publicidad y propaganda, ya de por sí inadmisible en los tiempos que vivimos, tiene los efectos degradantes de la censura y la prohibición de que los argumentos de la oposición sean tomados en consideración en el debate”. Esta actitud compromete por completo la libertad de expresión y el pluralismo informativo, ha asegurado.
Santiago Pérez ha concluido manifestando que “lo grave del asunto es que con la propaganda que pagan con dinero público están haciendo todo el día alarde de que son transparentes. Los periódicos no hablan del debate presupuestario solo hablan del presupuesto inversor, del presupuesto de la esperanza”