{mosimage}SB-Noticias.– La presidente de Nueva Canarias Telde y candidata a la Alcaldía, Carmen Hernández, presentó este viernes en rueda de prensa el Código Ético-Político que firmarán todas las personas que se incluyan finalmente en la lista electoral de la formación nacionalista, y que, mediante el pertinente consenso con las diferentes fuerzas políticas en caso de alcanzar el Gobierno municipal, se pretende sea finalmente suscrito por la totalidad de los miembros de la nueva Corporación.
La representación institucional viene referida por puntos como el deber de “tratar a las demás personas siempre y en todo caso con el respeto debido y la consideración que requiera cada situación”, o de “no revelar información que sea confidencial o que haya conocido en razón de su cargo con tal carácter”. Igualmente, el documento resalta que el responsable público “no debe utilizar en ningún caso su posición institucional con el fin de obtener ventajas para sí o procurar ventajas o desventajas para cualquier otra persona o entidad, salvo en los supuestos de discriminación positiva reconocidos legalmente”.
En el ejercicio de sus responsabilidades públicas en el Ayuntamiento, el conjunto de normas aboga por “no utilizar en ningún caso la posición institucional con el fin de obtener ventajas para sí o procurar ventajas o desventajas para cualquier otra persona o entidad”, por lo que hay que “gestionar los recursos públicos con eficiencia y no utilizar ningún bien público para intereses privados”. Un aspecto en el que el Código ha querido ser tremendamente rotundo es en el de las dádivas a los representantes públicos: “El concejal no admitirá de personas o entidades ningún regalo o servicio que vaya más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía que sea entregado por razón de su cargo (…). En todo caso rechazará cualquier donación, regalo o servicio que puede interferir en sus decisiones políticas futuras. No debe aceptar ningún tipo de entradas, vales, números de lotería o cualquier otro beneficio directo o indirecto que vayan más allá de los citados usos”.
La relación con otros concejales debe basarse en el respeto, trabajando además por la configuración de una administración receptiva, simplificada, con un lenguaje sencillo y comprensible, prosigue el Código, que explica que con respecto a los medios de comunicación “los políticos tienen el deber de informar de sus propuestas y decisiones y ponerlas en conocimiento de la ciudadanía” a través de los mismos, “respetando la legítima autonomía profesional, sin presionar, interferir ni coaccionar sus prácticas”.
Por último, la gestión de prestaciones y servicios públicos, debe regirse, entre otros mandatos, por “fomentar la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos y en los procesos de toma de decisiones públicas locales”, actuando “con transparencia, proporcionando a la ciudadanía toda la información necesaria de forma accesible y que sea fácilmente comprensible”. El Buen Gobierno exige “una gestión de los recursos públicos con eficiencia y racionalidad, evitando cualquier mínimo despilfarro o gasto injustificado”. Todo ello contribuirá a impulsar “el sentido de pertenencia de la ciudadanía a su municipio y la trascendencia que tiene el respeto hacia los diferentes recursos públicos, así como a un uso responsable y sostenible de los mismos”.
El Código Ético-Político de NC Telde “ha sido elaborado tras una profunda reflexión de lo que en este ámbito ocurre en toda España”, según palabras de Hernández, haciendo referencia a otros códigos de Buen Gobierno que ya existen en ciudades como Bilbao, Vitoria, Oviedo o Gijón, precisamente las que mejores calificaciones en esta materia han obtenido de organismos internacionales. El escrito dado a conocer por Nueva Canarias también ha bebido en las fuentes de reputados especialistas en Ética Política como, entre otros, la catedrática Victoria Camps.
Carmen Hernández subrayó que se trata de un “documento abierto, por lo tiene que ser revisado periódicamente para adaptarse a las demandas de la ciudadanía, que recoge lo que la calle espera de los representantes públicos”, y expresó la necesidad de esta compilación de medidas “para el saneamiento democrático del municipio, ya que ayudará a alejar a Telde de ser constantemente un ejemplo negativo”.
Por último, la candidata a la Alcaldía recordó que el Código Ético-Político “no es una ley, sino un compromiso moral por parte de todas las personas que lo firmen, al uso de los códigos deontológicos que existen desde hace mucho en multitud de sectores profesionales”, y, siempre respetando la presunción de inocencia y las garantías procedimentales, remitió al reglamento disciplinario del partido para aquellos casos de incumplimiento de los preceptos recogidos en el Código.