{mosimage}{mosimage}Audio de la entrevista
SB-Noticias.- Samuel Acosta, portavoz de la organización ecologista Ossinissa, de la isla de El Hierro, se refirió en Radio San Borodón a las numerosas irregularidades administrativas en Gorona del Viento, y explicó el “vía crucis” que ha supuesto para ellos el intento de obtener alguna información sobre esta obra, desde que se anunció en 2008.
Entonces recurren a la Fiscalía, donde presentan una denuncia por omisión del derecho de información medioambiental recogido en el Convenio internacional de Aarhus (Dinamarca). La juez de Valverde lo archiva porque dice que “la Administración del Cabildo en Valverde es caótica y desordenada e imposibilita que se nos dé la información”.
Samuel Acosta se refiere a las múltiples irregularidades administrativas que lleva este proyecto desde su inicio ya que afecta Paisajes Protegidos y a Zonas de Especial Conservación”. Este dislate lleva a que, a pesar de pedir medidas cautelares de protección, “entra la pala y destroza un yacimiento importantísimo con restos de zona de ocupación”.
Después de múltiples vicisitudes, se encuentran con que la obra comenzó careciendo de la mayoría de los informes favorables necesarios, y el Diputado del Común, entonces Jerónimo Saavedra, obtiene documentos que reflejan informes contrarios al procedimiento por parte de personal técnico y del secretario.
Entre tanto, en 2009, una Comisión de Gobierno integrada por AHI, CC y PP deciden dar una “autorización de comienzo y que después se añada la documentación que falta”, y a partir de entonces, “a pesar de que no se pueden conceder prórrogas de obra, se piden tres prórrogas de Licencia, todas ellas con informes contrarios”.
“Esto ha llevado -continúa Samuel Acosta- a que la Fiscalía denuncie por una presunta prevaricación urbanística en la que están involucrados el alcalde y los miembros de la Comisión de Gobierno”, y recuerda que mientras tanto, “el presupuesto se ha multiplicado por cuatro, rondando ya los cien millones, a pesar de reducirse el volumen de parte de la obra civil”.
El portavoz de Ossinissa, continúa denunciando que lo que se vendió como “el sueño de Tomás Padrón”, no sobrepasa nunca el 5% de aportación a la red y que según los ingenieros, “en los mejores escenarios, aportará un 55%, y lo normal oscila entre un 10 y un 25%”.
Por último, señaló que “ya en la presentación de esta obra se hablaba en estos términos, por lo que el problema es más grave aún, y añade que en tiempos de Tomás Padrón se dictó una ley que prohibía la construcción en el Hierro de aerogeneradores o huertos solares, con el fin de que todas las subvenciones fuesen al proyecto de Gorona del Viento, por lo que el monopolio lo vuelven a tener Gorona y Endesa.
Samuel Acosta concluyó lamentando que lo que se vendió como una autonomía de ocho meses en ausencia de viento, en realidad oscila desde doce a veinte horas, que se reducirán a medida de que se aumente la demanda, y recoge las palabras de uno de los encargados de la obra: “El sistema hidráulico es muy costoso y la autonomía que proporciona es mínima, por lo que esto, al final, se convierte en un parque eólico, porque el sistema en sí no funciona”.