EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}Este es un articulo de opinión, no obedece a ningún hecho en concreto y se basa en una hipotesis de ficción, por todo ello cualquier parecido con la realidad es o podrá ser una mera coincidencia.
{mosimage}Antonio, guarda forestal del Parque de Doñana, se alarmó con el fuerte ruido que producían los tres grandes helicópteros del ejército del aire que intentaban aterrizar en las inmediaciones de las marismas que rodeaban la zona de Matalascañas.
Tres lujosos 4×4 de color negro esperaban a los viajeros que de bajaron de cada uno de los helicópteros, un total de 18 personas que ocuparon cada uno de los vehículos que partieron velozmente alguna parte del sur del Parque.
Una semana antes la alerta roja se había encendido en cada uno de los despachos de esos 18 misteriosos visitantes del Parque Nacional. Los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas daban como ganador con mayoría absoluta (240 de 360 escaños) a la formación, liderada por el joven Pablo Iglesias, PODEMOS. La situación creada por el programa del partido político no dejaba lugar a dudas y las millonarias inversiones en deuda pública corrían serio peligro de ser impagadas, y en el mejor de los casos los intereses de la deuda con toda seguridad estaban condenados a desaparecer, la privatización de las compañías de gas, electricidad y telefonía y la entrada en escena de la Banca Pública unido a una nueva Ley laboral que beneficiaba a los trabajadores, la reforma de la Constitución del 78 y el referéndum sobre la continuidad de la Monarquía había provocado la alarma en esos 18 personajes que dominaban el panorama político financiero de media Europa.
La cuestión a dilucidar era como contrarrestar el poder popular de PODEMOS, de qué forma se podría desgastar e incluso anular la influencia de esa gente que en menos de dos años habían conquistado la opinión pública, hasta tal punto de ganar con una mayoría tan aplastante como jamás se había dado en la España democrática. Tres sobres rojos numerados del 1 al 3 contenían sendas propuestas para solucionar rápidamente el “problema” y en otro sobre de color negro se podía leer: SOLUCIÓN FINAL.
Sentados alrededor de una gran mesa traída ex profeso para la ocasión, los 18 hombres se miraban uno al otro con cara de preocupación. Uno de ellos el que debía ser el mayor de todos comenzó el acto:
-Señores, estamos aquí reunidos para solucionar el futuro de nuestra corporación, para que nada cambie y todo siga igual, asegurando nuestras empresas y la Monarquía en esta zona de Europa, en España. No vamos a permitir ningún cambio social que suponga la perdida de nuestros privilegios, veremos qué alternativas nos proponen el comité de riesgos y estudiemos cada propuesta.
Detrás de la puerta del gran despacho, uno de los guardaespaldas de los importantes personajes hacía cábalas sobre el motivo de tan importante y secreta reunión, se preguntaba cuanto poder podían acumular esas personas y hasta qué punto estaban dispuestos a utilizarlo, cuando el sonido de su móvil le volvió a la realidad.
-Hola, dígame…
La voz al otro lado del móvil le era familiar, de hecho había estado una época de su vida a sus órdenes como francotirador especialista en acciones de guerra urbana. El coronel Muñoz jefe de la compañía de operaciones especiales del ejército de tierra le comunicaba su intención de reunirse con él a la mayor rapidez posible.
Entrada la madrugada la puerta se abrió y como si se tratase de la elección de un nuevo Papa con el rostro cansado fueron saliendo los 18 hombres que habían decidido la eliminación del problema utilizando el sobre negro con la descripción de: SOLUCIÓN FINAL.
El asesinato de líder de PODEMOS estaba en marcha.