Afirma que tanto la iglesia como el resto de la sociedad debe de tener consciencia de esas propiedades, así como el uso que se le dan y la excepción de pago de impuestos que tienen
{mosimage}SB-Noticias.- Para ANC, en épocas de crisis como la que está viviendo este Pueblo es un deber moral exigir que los más ricos hagan un ejercicio de solidaridad con los que peor lo están pasando. Por ello, desde el partido piden la revisión de las propiedades inmobiliarias de la iglesia católica y, en caso de encontrar bienes sin uso, al menos se contemple la posibilidad de gestionarlas desde las instituciones como bien social.
Desde ANC insistimos en que el reparto de la riqueza es algo primordial en una sociedad que vive una crisis como la que sufre el Archipiélago y esperamos que la iglesia católica contenga la moral necesaria para contestar a esta petición, posicionándose correctamente en la sociedad Canaria de la actualidad.
Afirma que la planificación del Centro Ciudadano es pura fachada y la accesibilidad brilla por su ausencia
Un aparcamiento para minusválidos justo en la puerta del Centro Ciudadano enmascara un montón de carencias, según el partido. Las aceras no están adecuadas para el acceso de sillas de ruedas, ni siquiera en el paso de peatones que parte o desemboca en el Centro, en cuya puerta, al pie del aparcamiento para minusválidos, hay una barandilla metálica que puede hasta dificultar abrir el vehículo allí estacionado.
En la parte superior del paso de peatones hay un contenedor de basura, en una calle de pronunciada bajada y sin ningún elemento que proteja su posible desplazamiento, por lo que se pone en riesgo que acabe golpeando a cualquier vecino o transeúnte, o vehículo aparcado en la zona. Siendo urgente tomar medidas en este caso ante la temporada de tormentas e inclemencias meteorológicas que se suelen sufrir por estas fechas.
Por otro lado, el estado de abandono del parque infantil, con bancos rotos, canchas impracticables y notable deterioro del material de juegos infantil, no animan a los vecinos a dejar jugar allí a sus hijos y menos a hacerlo con tranquilidad.