La OIT cifra la pérdida de poder adquisitivo en un 17%
{mosimage}La concentración del aumento del desempleo en las rentas más bajas ha convertido a España en el país entre las economías desarrolladas donde más ha aumentado la desigualdad a lo largo de la crisis económica.
La agencia de Naciones Unidas se ha basado en datos de 2010 que ya habían sido subrayados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero ha introducido un elemento de novedad al identificar el desempleo como principal causa de la ampliación de la desigualdad. La OIT destaca que la reducción del poder adquisitivo asciende en España a un 17%.
Más productividad
La investigadora de la OIT subrayó además que estas dinámicas no se reprodujeron en países como Portugal, Grecia y Rumanía, donde ocurrió más bien lo contrario: el poder adquisitivo de la parte más acomodada de la población disminuyó más que el de la parte más pobre, y determinó un “efecto aplanamiento” de las rentas que ha reducido la diferencia entre ellas.
Álvarez destacó también la caída del 1,3% de los salarios españoles en 2013, mientras en 2007 crecían un 1,1%. Su peso en la capacidad de compra, además, se ha reducido en 10 puntos (suponía el 70% en 2006 y el 60% en 2013).
Se trata de una tendencia que ha sido más marcada que en otros países desarrollados, donde también se registra una reducción. En cambio, en las economías emergentes el sueldo medio creció y eso está determinando una convergencia de los niveles salariales globales.
El informe evidencia también un crecimiento de la productividad laboral —el valor de bienes y servicios producidos por cada trabajador— entre 1999 y 2013. La diferencia respecto a los salarios ha sido del 10% entre 1999 y 2013 y del 5% entre 2009 y 2013. “Existe margen para subir salarios, tanto como lo permita la productividad”, declaró el director general de la OIT en España, Joaquín Nieto, a la hora de comentar los resultados del informe. Insistió en que las causas de la situación actual son “tanto estructurales como políticas”, y remarcó: “La pregunta no es si deben subir los salarios, sino cuánto deben subir”.