Esta ordenanza desarrolla una ley estatal e implanta las ITE, un instrumento existente en muchas otras ciudades desde hace años
{mosimage}SB-Noticias.- La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife recuerda que los inmuebles con una antigüedad superior a 50 años tienen la obligación de pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Según establece la Ordenanza Municipal sobre Conservación, Restauración y Rehabilitación y Estado Ruinoso de las Edificaciones, la ITE busca “garantizar la seguridad estructural de las construcciones”.
En los escritos se les otorga a estos propietarios un plazo extraordinario de dos meses para presentar la ITE. El proceso a seguir es ponerse en contacto con un técnico facultativo competente o una entidad de inspección técnica homologada que examinará el inmueble siguiendo los parámetros marcados en la ordenanza. De esta manera se garantizará el estado óptimo del edificio a través de un informe que deberá ser presentado ante la GMU. Esto supone una garantía de calidad para cualquier posible transacción en la vivienda, ya sea a través de su alquiler o venta.
El responsable de Urbanismo anuncia que su área “colaborará con aquellos propietarios que, por causas económicas no puedan afrontar el desembolso que pudiera suponer una inspección de este tipo”. “El objetivo perseguido por esta ordenanza es garantizar estructuralmente cualquier inmueble de la ciudad no es económico; pero los propietarios de inmuebles deben ser responsables ante el peligro que puede suponer una edificación en mal estado”, añade.
Martín recuerda que, “aunque el técnico o la empresa que la realiza puede marcar libremente el coste de la ITE, éste se suele mover en una horquilla entre los 70 y los 100 euros por vivienda; dependiendo de cuestiones como los metros cuadrados o el número de viviendas de cada edificio”. El edil recomienda a los propietarios “pedir varios presupuestos antes de decidirse por un profesional determinado”. Una vez presentada la ITE, el inmueble no tendrá que volver a pasarla hasta diez años después.
Si transcurrido este nuevo plazo de dos meses, no se presentan las inspecciones, la ordenanza prevé multas coercitivas con una cuantía superior a los 1.300 euros, dependiendo del tamaño del inmueble. Las sanciones pueden llegar a superar los 9.600 euros en aquellos edificios de más de 1.000 metros cuadrados.
La ITE busca ofrecer “una continuidad a la vida útil del edificio a través de la realización de distintas acciones de mantenimiento preventivo, en el caso en el que fuese necesario desarrollarlas por el mal estado del inmueble”. Martín explica que “las inspecciones redundan en una disminución de los costes de mantenimiento para los propietarios”. “Hasta ahora, las comunidades de vecinos esperaban a que el edificio se encontrase prácticamente obsoleto para acometer las reformas necesarias, por lo que, normalmente, era necesario realizar cuantiosas derramas para pagarlas”, añade.
La ordenanza ITE trata, básicamente, de fomentar una cultura de la responsabilidad patrimonial en la que el propietario de una vivienda será el encargado de velar para que el inmueble cumpla con todos los requisitos necesarios para su habitabilidad y la seguridad del resto de los transeúntes que pasen por delante de su fachada.
Del mismo modo, la puesta en marcha de la ITE propiciará también la generación de innumerables puestos de trabajo al fomentar el empleo dentro de los sectores asociados a los arquitectos, los aparejadores y el gremio de la construcción y las reformas en los inmuebles.