Lois Pérez Leira
{mosimage}La presencia y el discurso del Papa Francisco ante la cámara de eurodiputados fue una señal de valentía política de este Papa que nos sorprende cada día. Su importante y claro discurso no pasó desapercibido para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha asegurado, tras escuchar el discurso de Bergoglio, que le gustaría poder reunirse y hablar con él "donde fuera posible". Para luego agregar: "Me encantaría conocer a Jorge Bergoglio y estoy de acuerdo en que estaríamos de acuerdo en muchas cosas", señaló el eurodiputado a los periodistas en las puertas del hemiciclo.
"Sería un honor. Hay compañeros que tienen mucho interés en sus propuestas”, señaló el líder de Podemos, que tachó de "valiente" el discurso del Pontífice ante el pleno del Parlamento Europeo. "Ha estado muy bien cuando ha señalado el burocratismo de las instituciones europeas y de las formas de vida ostentosas", explicó Iglesias, que alabó también que el Papa se refiriese "al escándalo de poderes financieros y las multinacionales que están secuestrando la democracia".
También ensalzó las palabras del Papa –al que prefiere referirse por su nombre, Jorge Bergoglio– cuando señaló en su discurso que "la dignidad es incompatible con los que no cumplen los derechos sociales vinculados al trabajo y los Derechos Humanos". A pesar de esta interesante reflexión de Pablo Iglesias, algunos de sus compañeros del grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL), los seis eurodiputados de la Izquierda Plural, abandonaron el hemiciclo como protesta por la invitación del Parlamento Europeo al Papa. Iglesias dijo que su gesto "fue legítimo", pero que los eurodiputados de Podemos entendían que "debían estar ahí". Agregando: "A mí me parece que este Papa es útil para la gente de abajo, para los que luchan por un mundo mejor y más justo", afirmó.
Otra vez la izquierda liberal jacobina se equivoca de enemigo. Su izquierdismo infantil, como señalaba Lenin, ha llevado a estos eurodiputados a no poder entender que Bergoglio es un representante del pensamiento renovador de la iglesia. Su influencia internacional tiene que ser utilizada como un factor importante para denunciar la prepotencia de los poderosos, del capitalismo y de las políticas belicistas.
Bergoglio no es cualquier Papa. Como jesuita tiene una solida formación intelectual, fue un militante peronista, un sacerdote comprometido con los pobres. Así lo han entendido personas de la talla del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien ha señalado: “Hoy podemos decir que en la Iglesia universal soplan nuevos vientos. Empezó a cambiar la agenda, y aunque no se pueda esperar drásticas transformaciones, cuando durante décadas se reforzaron liderazgos, jerarquía, movimientos e instituciones conservadoras, vuelve a cobrar relieve acompañado por numerosos gestos del Papa Francisco, el anhelo de una Iglesia pobre, el compromiso con los más pobres, con los excluidos, y este no es un dato menor."
El teólogo brasileño Frei Betto, uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación, señaló del Papa: "Francisco ha iniciado la reforma de la Iglesia por el papado, como quien está convencido de que, para cambiar el mundo, es necesario cambiarse primero a sí mismo. Quizás no tarde en reformar la Curia Romana y, quién sabe, suprimir el IOR, el Banco del Vaticano, blanco de graves denuncias de corrupción, y también las nunciaturas apostólicas, las representaciones diplomáticas del Vaticano en el exterior, para revalorizar las conferencias episcopales y la colegialidad en la Iglesia. Algo nuevo hay en la barca de Pedro, cuyas velas están siendo hinchadas por el soplo del Espíritu Santo."
Quizás los eurodiputados de izquierda que se ausentaron del Parlamento pretendían escuchar a un Papa que hablara a favor del aborto o de otros temas que aun son complejos de modificar o aceptar. O que nunca se aceptarán en esta institución, donde aún la casta del Opus Dei tiene mucho poder.
Lo cierto es que Pablo Iglesias ha demostrado tener un gran olfato político y una acertada compresión de este fenómeno nuevo que vive la Iglesia Católica. Algunos dicen con picardía que Bergoglio es el Pablo Iglesias del Vaticano. Pronto nos encontraremos con la foto de esta posible reunión. La participación de los cristianos de base en los cambios sociales es otro pilar muy importante para la construcción de un nuevo discurso de la izquierda transformadora.