Los presupuestos para Asuntos Sociales siguen bajando pero para el ejército, no, se incrementan, aseguró
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SB-Noticias.- Koldobi Velasco, activista perteneciente a Redesscan y otros colectivos sociales de Canarias, disertó para La Trapera de Radio San Borondón sobre la pobreza y los recortes en los presupuestos del Estado y de Canarias para el 2015 en cuestiones esenciales como Asuntos Sociales, considerando una tomadura de pelo que los actuales gobernantes manejen así nuestros dineros, sacrificando a la sociedad para beneficiar a los grande poderes económicos.
Velasco dijo que entre otras cosas el PIB español crece porque se ha incrementado por ejemplo con la prostitución o el tráfico de drogas, aunque no salga por ningún lado este hecho. Crecen los intereses del pago de la deuda pública y, uno de cada cuatro euros que está en los presupuestos generales del Estado español, es para pagar los intereses de la deuda que nos han dejado los bancos y los programas de armamento.
Recuerda que una de cada cuatro personas en el Estado español vive bajo el umbral de la pobreza y una situación de exclusión social cada vez más creciente: cada vez pagan más los que menos tienen, porque baja la progresividad fiscal, siendo de las más bajas en la Unión Europea y, a la vez, en el gasto social.
En vez de haber unos presupuestos que redistribuyan la riqueza, son presupuestos que siguen sirviendo a la clase dominante, ya que, desde el 2011 hay una congelación de las partidas para gastos sociales y aunque hay más demanda, hay un desmantelamiento de los servicios públicos sociales. De este modo, el estado solo aporta un 12% en asuntos sociales, porcentaje ridículo en comparación con la inversión por ejemplo en armamento. El plan concertado en nuestros barrios y pueblos es de 27 millones de euros, siendo menos que los 35 millones que España se gasta en mandar a trescientos militares a Irak para supuestamente, la formación de tropas para la lucha islámica terrorista.
Según sus estudios, el estado español sigue dejando a 176.667 personas en el limbo de la dependencia significando que, aunque tengan reconocidos sus derechos a la prestación y sus recursos, se quedan sin ser atendidos, ya que no cuentan con presupuesto suficiente, dependiendo por tanto de que sean atendidas si fallecen otras personas.
Para finalizar, Koldobi Velasco advierte de que “Hay una apuesta en estos presupuestos por seguir desmantelando lo público, seguir restando responsabilidad al Estado de la tarea de garantizar los derechos de todos los ciudadanos, apostando y favoreciendo la beneficencia y el asistencialismo, retrocediendo por tanto en el tiempo para los asuntos sociales”.