Antonio Revert Lázaro
{mosimage}Qué ignorantes son estos tipos de Greenpeace con sus protestas contra las prospecciones petrolíferas en Canarias. Igual no saben que en Canarias estamos encantados de que Repsol haya venido a socorrernos. De hecho, en nuestras islas contamos con una de las tasas de paro más elevadas de España. Y gracias a la generosidad del Señor Brufau y de esta multinacional, se van a crear un montón de puestos de trabajo. Es maravilloso.
Por todo lo anterior, quiero dirigirme a Greenpeace para rogarle que inmediatamente cese en sus brutales y peligrosísimas agresiones sin armas y en lancha motora a nuestras fuerzas armadas. Son también agresiones a los intereses de Repsol. Y los intereses de Repsol son los nuestros, porque Repsol nos mima y nos da trabajo. Nos da igual incluso que se pueda poner en peligro el litoral del archipiélago canario. De hecho, tenemos un ministro de industria y energía que es canario, y la gente confía en él. Está segura de que ningún político priorizaría el interés de una multinacional sobre los del pueblo… Debemos mucho a Repsol; y resulta que la ignorancia de estos “perroflautas”-radicales de Greenpeace está poniendo en peligro nuestro futuro y la recuperación económica que de manera totalmente altruista nos va a proporcionar esta empresa.
Aprovecho para pedir a todos los que reclaman que se investigue el fraude fiscal de las grandes fortunas y de las grandes multinacionales, que se callen. Es cierto que asciende al 72% del total del fraude fiscal, según los técnicos de Hacienda. Y que parece que el 94 por ciento de las empresas del Ibex participaban en empresas o sociedades domiciliadas en paraísos fiscales en 2012. Ya sé que con ese dinero defraudado se podrían crear hospitales y escuelas, ayudar a los enfermos dependientes, hacer que regresen todos los jóvenes que han tenido que emigrar, invertir en investigación para curar enfermedades, etc.Pero quien pide que se investigue sobre esos millones de euros defraudados, no sabe lo que dice. Y lo mismo le pasa a toda esa gente tan ignorante que exige que se suban los impuestos a los ricos. Que se calle toda esta gente. Si empezamos a fastidiar a los ricos y a las multinacionales, entonces se van a enfadar y se van a llevar sus fortunas, y van a invertir en otros países más comprensivos, y menos radicales.
Es que no entiendo tanto revuelo. No hay quejas frente a la política de otras transnacionales comoInditex, por decir una. Aunque haya decidido no tener su sede fiscal en España, para así tributar menos. Aunque las camisetas que comercializa se confeccionen en países pobres, para reducir costes. En Bangladesh, por ejemplo, se produce para transnacionales de la industria textilcon intervención de mano de obra infantil, sin condiciones de seguridad e higiene para los trabajadores, que carecen de toda clase de derechos laborales, empezando por el derecho a un salario digno (parece que cobraban en las naves donde se dejan la vida unos 32 euros al mes). Pues lo mismo con Repsol: callémonos, y pidamos disculpas al Señor Brufau por este desagradable incidente que han ocasionado estos chicos rebeldes de Greenpeace. No mordamos la mano que nos da de comer.
En definitiva: a los ciudadanos nos debe ser indiferente que las multinacionales paguen mucho o poco a los trabajadores, que pongan en peligro el medioambiente o que no respeten derechos de los trabajadores. Y dejemos ya el dichoso tema del fraude fiscal: que tributen lo que les dé la gana. Como si no tributan nada por sus beneficios. Por Dios, ¡son las hadas madrinas del siglo XXI! son quienes nos hacen más ricos e inmensamente felices. Que nadie las moleste.
Señores de Repsol: sigan adelantecon este precioso y apasionante proyecto que han creado para obtener petróleo en Canarias. Yo sé muy bien que su objetivo no es incrementar sus beneficios (como mucha gente malvada cree). ¿Cómo puede haber gente tan ignorante que piense eso de una multinacional? Me da una rabia, que haya tanta gente malpensada y perversa… Ustedes han venido a enriquecer a los canarios. A hacer que todos los españoles nos sintamos orgullosos de nuestras grandes empresas, cuyos beneficios son tan importantes para todos nosotros, los ciudadanos.