Una treintena de representantes sociales, políticos e institucionales conocerán la dura realidad de los campamentos de refugiados
{mosimage}SB-Noticias.- Canarias reforzará los tradicionales lazos de solidaridad y de apoyo a la causa del pueblo saharaui con una visita a los campamentos de Tinduf, en el sur de Argelia, desde el próximo sábado, 1 de noviembre, y hasta el martes 4 de noviembre.
Una treintena de representantes sociales, políticos e institucionales conocerán la dura realidad de los campamentos de refugiados por las carencias materiales y la reivindicación de la celebración del referéndum de autodeterminación, auspiciado por las Naciones Unidas (ONU) y bloqueado por el Gobierno de Marruecos.
En este viaje, los representantes de las familias canarias que acogen a los niños saharauis en verano, organizaciones de derechos humanos y culturales, sindicatos, ayuntamientos, cabildos, Parlamento de Canarias y de la Plataforma Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui se trasladarán a diferentes provincias, se reunirán con representantes del Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y su Legislativo, con familiares de desaparecidos y con organizaciones de mujeres, entre otros colectivos y representantes oficiales.
Esta delegación del movimiento de solidaridad canario con este pueblo, según el portavoz de la plataforma, Carmelo Ramírez, expresará el “compromiso social y político de Canarias con un conflicto que dura ya 40 años”. La visita servirá además para certificar la “preocupante sino dramática” situación de los saharauis por la reducción de las ayudas humanitarias por parte de Canarias y de resto de los países donantes por la crisis económica, según informó Ramírez.
Desde el punto de vista político, el portavoz de la Plataforma Canaria de Solidaridad explicó que el pueblo saharaui está en un punto de inflexión por el contenido del último informe del pasado mes de abril del secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
En este informe, según Ramírez, el responsable de la ONU ratifica que el conflicto es un problema derivado de la descolonización, refiere la violación de los derechos humanos en los territorios ocupados y la necesidad de establecer observadores independientes y que, de acuerdo con el derecho internacional, los acuerdos con Marruecos para explotación de los recursos naturales saharauis son ilegales.