Francisco González Tejera
{mosimage}Hoy en día ni siquiera los partidos de lo que algunos siguen llamando "izquierda" valoran la figura de Juan García “El Corredera”, tampoco apoyan que se exhumen fosas comunes donde hay enterrados huesos de antifascistas asesinados/as, se nutren de la apatía, del miedo generado por un régimen corrupto, pisotean los derechos de las familias de las víctimas del franquismo con su silencio cómplice, encubridor de un genocidio, que solo en Canarias, se llevó por delante a más de cuatro mil personas.
Solo el Partido Comunista del Pueblo Canario y sus Colectivos de Jóvenes salen a la calle, recorren los lugares comunes de Juan, aquellos donde vivió, amó y luchó hasta el final. Nadie más en Canarias enarbola la bandera roja de la memoria, la verdad, la justicia y la reparación, dejando tiradas a las familias, a quienes hemos sufrido de forma directa el terror, el asesinato, la tortura y la muerte.
Alegan algunos miembros de la socialdemocracia disfrazada de discurso progresista, con eslóganes rimbombantes y dinámicas asamblearias altamente manipuladas, “que no es conveniente respaldar la lucha por la memoria histórica porque quita votos”, en un gesto despreciable y vergonzoso, que contribuye a colaborar abiertamente con el holocausto franquista en esta tierra, seguir ocultando el crimen de estado premeditado, respaldado por una oligarquía canaria corrupta, con las manos manchadas de sangre, cuyos sanguinarios apellidos resuenan en los partidos políticos del régimen del saqueo.
Estos mismos mafiosos son los que asesinaron a Juan García “El Corredera”, en Las Palmas de Gran Canaria, el 19 de octubre de 1.959 a garrote vil. Ahora los hijos y nietos de estos criminales de lesa humanidad ostentan cargos de importancia en los distintos estamentos de un estado español destructor de derechos humanos elementales, en constructoras millonarias, en empresas que donan millones a políticos ladrones a cambio de prebendas y favores.
Siguen defendiendo sus siniestros intereses, basados en seguir explotando y matando de hambre a la clase trabajadora canaria y española, tal como ya hicieron en los años de la anterior dictadura, en esos días tristes, cuando miles de personas se movilizaron en las calles de una ciudad oscura, repleta de policías fascistas, para evitar una ejecución anunciada.
Juan y otros/as muchos/as nos han mostrado el camino más revolucionario, miles de mujeres y hombres que dieron todo, que sin recursos, sin dinero, sin armas resistieron y lucharon hasta el final por la gente oprimida, empobrecida, destruida. En contra de una banda de energúmenos psicópatas, que ahora disfrazados de “demócratas de toda la vida” siguen robando, asesinando, masacrando el presente y el futuro de nuestro pueblo.
¡Honor y gloria a los/as caídos/as por la democracia y la libertad!
(*) Artículo escrito para su lectura en el acto homenaje a “El Corredera” el 24 de octubre de 2014 en la Plaza de San Gregorio de Telde (Gran Canaria), organizado por el PCPC-CJC.
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